Editorial original: Image Comics
Autores: Mark Millar, Juanan Ramírez
Páginas: 176
Contiene: Night Club #1-6
Formato: Cartoné
ISBN: 9788411508285
Sinopsis:
Tienes 17 años y te ha mordido un vampiro. ¿Vives en las sombras y bebes sangre humana o usas tus nuevos dones para la vida soñada de un superhéroe disfrazado, como siempre quisiste? Eres a prueba de balas, puedes trepar por las paredes, convertirte en niebla, murciélago o incluso en lobo. ¿Por qué no divertirse un poco? Descubre el cómic antes de ver la serie de Netflix.
Opinión personal de Tony Jiménez:
Vampiros. Qué concepto, ¿verdad? Qué concepto, qué idea, qué mito... y qué monstruo. Pocos se han usado tanto como el vampiro en el género fantástico, yendo más allá del terror, me refiero. Y hablo de comparaciones, porque si hay que buscar alguno que se haya usado más, tendríamos que irnos a por los demonios y a por los fantasmas, muchísimo más genéricos que los propis chupasangres. Estos aparecen incluso en obras que apenas guardan relación con el terror; desde la fantasía hasta la ciencia ficción. Acción, comedia, aventuras, wéstern... El uso del vampiro es infinito. Pensad en el cine, la televisión, la literatura, los videojuegos, la música, los cómics... Seguro que os vienen a la cabeza una lista casi interminable de títulos, ¿verdad? Ahí tenemos "Abierto hasta el amanecer", donde la acción y la mala leche de Quentin Tarantino y Robert Rodríguez se unen para darnos un festival gore repleto de vampiros; "Misa de medianoche", la fantástica miniserie televisiva de Mike Flanagan, trata de lo divino y lo humano con el vampirismo de fondo en una isla que bien podría pertenecer al universo de Stephen King; "Drácula" es una de esas lecturas imprescindibles, un clásico, tanto para los que abrazan el terror como para quienes no pueden ni olerlo; "Bloodrayne" nos mete en la piel de una medio vampira que hace estragos entre las filas de los nazis, con tiempo bala incluido, para el deleite de los muy gamers; y en cuanto a cómics... Porque hemos venido a eso, ¿verdad? A hablar de cómics. Pues hablemos de cómics de vampiros, sí.
Podemos hacerlo desde dos perspectivas, en líneas generales, claro, porque existen unas cuantas más. Sin embargo, para simplificar el tema, podemos hablar de cómics de vampiros de terror y cómics de vampiros en los que se mezclan con el popular subgénero de los superhéroes, el rey indiscutible del mundo de las viñetas. Empecemos por el terror, por supuesto, porque resulta evidente la gran infinidad de cómics que han usado una de las obras cumbre del género literario de terror como referencia. Menciono "Drácula", claro está, de la cual el mundo del cómic está repleto de adaptaciones. Si señalamos adaptaciones, es imposible dejar pasar las distintas colecciones basadas en la serie de televisión "Buffy, cazavampiros" y su spin-off, "Ángel", centrado en el vampiro con alma que le da título y primer gran amor de la Cazadora; en ambos casos hay que poner el foco en los cómics que continuaban sus respectivas producciones televisivas, y donde los vampiros siguen teniendo un papel esencial, a pesar de la continua presencia de otras criaturas sobrenaturales como hadas, duendes, hombres lobo, demonios, brujas, fantasmas e incluso dragones. Aun así, se podría decir que hay dos obras principales donde los bebedores de sangre y el terror impactaron fuertemente en este medio: "30 días de oscuridad" y "American Vampire". La primera, que dio lugar a películas, novelas, series anexas y una buena cantidad de merchandising, se compone de una trilogía principal que comienza con la historia de Barrow, un pueblo de Alaska que vive en una oscuridad total durante todo un mes, lo cual aprovecha una manada de vampiros para hacer de las suyas, con sangrientos resultados; la segunda, con Scott Snyder y el mismísimo Stephen King de por medio, nos narra la historia estadounidense de un linaje de vampiros, y como las raíces de estos y del propio país se entrecruzan.
Cuando hablamos de cómics de vampiros y superhéroes, no hay nada mejor que comenzar con antihéroes oscuros como Spawn y Hellboy, en los que las criaturas de la noche son habituales en su mitología, como villanos y como aliados. Yendo a por las dos grandes, Marvel y DC, podemos entrar en el terreno de eventos tales como esos en los que superhéroes y supervillanos acaban transformados en vampiros, un ejercicio bastante divertido y muy dirigido al fandom, que comenzó con estos mismos personajes convertidos en muertos vivientes, lo que ha ido derivando a todo tipo de mutaciones (también hay de dinosaurios y hombres lobo por ahí, aunque menos populares). Sin embargo, señalando a vampiros, propiamente dichos, ahí tenemos a los Drácula y Blade de Marvel; el primero, un villano a la altura de míticos como el Doctor Muerte y Cráneo Rojo, que comenzó su andadura en la Casa de las Ideas con la legendaria serie "La tumba de Drácula", publicada en los 70, colección en la que el sanguinario conde es el protagonista y el villano, al mismo tiempo. ¿Y qué decir de Blade? El que ha visto el sol ha tenido una carrera imparable que se pasó a la animación, como secundario de lujo en la serie de los 90 de Spiderman, para luego convertirse en la primera estrella comiquera del cine de Marvel, abriendo puertas que siguen de par en par hoy día. Seamos sinceros, sin el Blade de Wesley Snipes sería muy dificil imaginar que pudiera existir el universo de Marvel Studios de hoy día, y no digamos ya filmes como "X-Men", "Spider-Man", "Daredevil"... Los que lo comenzaron todo, vamos. Que se lo pregunten a "Deadpool y Lobezno".
Pero esto va de vampiros. Todo pareció cambiar al respecto a finales de los 90 cuando se publicó "Crimson", lo cual hizo Image, un cómic de terror gótico y vampiros donde se añadía un componente comiquero que iba más allá de esa joya española que es "El baile del vampiro", de Sergio Bleda. Trajes y uniformes que parecen de superhéroes, tramas con supervillanos, referencias y homenajes al subgénero (incluyendo también a la serie de Buffy Summers, que ya de por sí combina los superhéroes y los entornos sobrenaturales, el terror y los vampiros; por ejemplo, Buffy tiene superpoderes que la convierten en toda una superheroína más que en una cazadora al estilo Van Helsing, y en cada temporada existe un villano que actúa como supervillano al estilo final boss de una historia de superhéroes y videojuegos)... Además, "Crimson" sirvió para descubrir por todo lo alto al dibujante mexicano Humberto Ramos, que no mucho después se prodigó bastante en Marvel. Mucho de "Crimson" tiene "Night Club", con el español Juanan Ramírez en el arte, mucho clasicismo en sus vampiros, malvados chupadores de sangre que parecen supervillanos, protagonistas que actúan como superhéroes y mucho toque latino. Eso sí, los personajes que nos ocupan no quieren ser superhéroes, sino famosos youtubers. Adolescentes, ¿eh?
Sin ir más lejos, el protagonista inicia su camino como vampiro (o persona con habilidades vampíricas, como prefiere) sufriendo un aparatoso accidente al intentar grabar un vídeo para YouTube y así hacerse viral. Es entonces cuando es convertido para formar parte de un ejército, pero él tiene otros planes, después de descubrir sus principales poderes, como superfuerza, escalar superficies complicadas e incluso transformarse en una bandada de murciélagos, todas ellas, y muchas más, capacidades que recuerdan a las más clásicas de cualquier vampiro, nada de moderneces extrañas. Esos planes incluyen transformar a sus dos mejores amigos, comprar máscaras para no ser reconocidos, darse nombres de superhéroes como Guardia Estelar y pasar a ser el Club de la Noche, actuando como superhéroes para conseguir ser youtubers famosos, con patrocinadores, publicidad y todo el dinero que puedan sacar gracias a su nueva condición sobrenatural. Por supuesto, no todos los vampiros estarán de acuerdo con esta clase de vida y no todos los vampiros son tan... amigables. Lo cierto es que Mark Millar (sí, el creador de "Kick-Ass" es la cabeza pensante de "Night Club") ha sabido dar en la tecla para darle una vuelta de tuerca al concepto, añadiendo una lógica totalmente aplastante en cuando a adolescentes, cultura popular y vampirismo. Al fin y al cabo, si no pensamos en el género de terror, ¿qué parecen los vampiros? Habilidades sobrenaturales, vida eterna... El guionista desecha el trasfondo trágico del mito del vampiro para darnos un cómic divertido, tremendamente entretenido y con adolescentes comportándose como adolescentes que ignoran eso de "todo gran poder conlleva una gran responsabilidad". Aquí sería algo así como "todo gran poder conlleva muchos likes". No es nada raro que la marca Netflix aparezca en el tomo. ¿Futura serie del Millarworld? Es bastante probable, sí. Sería una gran forma de devolver la mezcla de vampiros y superhéroes al lugar que se merece.
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