Juan Berrueta (Oviedo, 1983), editor del programa Cuarto Milenio, siempre se sintió atraído por el cine y la televisión. Dejó atrás su Asturias, patria querida, y se fue a Madrid para formarse en Realización de Audiovisuales y Espectáculos y, más tarde, licenciarse en Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense. Durante sus años de estudiante descubrió su primera pasión: la edición de vídeo. Ha trabajado en programas de televisión tan conocidos como Gran Hermano o Fama, aunque lleva ya más de diez años dedicados por entero al montaje de Cuarto Milenio. Su segunda pasión es la escritura, y Paranormal, yo es fruto de ambas.
Antes de nada, darte la bienvenida a Chica Sombra. Cuéntame, ¿cómo es un día normal en tu vida?
Mi rutina es tan estresante y caótica como la de cualquier otro padre de familia con dos hijos en primaria. Desde que les levantamos hasta que les acostamos, el día gira en torno a ellos, al colegio, a sus actividades deportivas y a lo que surja. La gran suerte que tengo es que el trabajo en Cuarto Milenio ha sido siempre muy flexible en cuanto a horarios. En la productora de Iker trabajamos por objetivos y, en este caso, el objetivo es la entrega del programa semanalmente. Siempre y cuando eso suceda, gozamos de gran libertad organizativa. La llegada del teletrabajo ha potenciado al máximo esta flexibilidad y ha conseguido que sea factible compaginar la vida familiar con la labor de contar historias de misterio de una forma realmente fácil y maravillosa.
A día de hoy, un día de trabajo normal consiste en sentarme en el despacho de mi casa y editar Cuarto Milenio con mi perrita Fanta a mis pies mientras los dos devoramos una preocupante cantidad de galletas. Los días en que consigo acabar pronto con todas las tareas de la infinita lista de cosas pendientes son los días en que puedo sacar un rato que dedicar a mi pasión por la escritura.
¿Cómo nace, "Paranormal, yo"?
Por un lado, nace de mis ansias por escribir. Siempre ha sido una afición, pero nunca antes había conseguido reunir la suficiente concentración ni el compromiso que exige la creación de un texto tan largo. Hasta ahora siempre me había limitado a componer relatos cortos, más rápidos de terminar y que no exigen tanta dedicación.
Por otro lado, está la curiosidad que despierta mi trabajo entre mis amigos y conocidos. Siempre me están haciendo preguntas sobre el programa y sus misterios, y yo me he dedicado a contarles una y otra vez las mismas anécdotas.
Al final, sumando ambas cosas, surgió la idea de recoger todas esas historias en un libro.
¿Cómo recuerdas tus primeros días como editor de "Cuarto Milenio"?
Fue muy emocionante porque, cuando entré a trabajar en Cuarto Milenio, el programa ya era un referente en la televisión nacional. A eso hay que sumarle que el mundo del misterio es una temática que me apasiona desde la infancia. Descubrir la seriedad con la que mis compañeros se enfrentan a lo desconocido fue una gran sorpresa, y creo que es lo que cautiva a la audiencia. Desde fuera, sobre todo si no se ve el programa habitualmente, quizás se tiene la impresión de que los redactores y los colaboradores de Cuarto Milenio se dedican a contar cuentos chinos para conseguir rellenar un par de horas de televisión, pero lo cierto es que son auténticos periodistas de investigación con la extraordinaria peculiaridad de que se dedican a buscar historias que no tienen una explicación convencional.
¿Cómo crees que ha evolucionado el programa?
El programa ha cambiado mucho a lo largo de los años, pero tiene una identidad propia que se mantiene inalterable. Cuando llegué, era un programa más oscuro y más centrado en los sucesos paranormales, aunque siempre ha habido hueco para la investigación histórica, la criminología, la arqueología o la ciencia de vanguardia. Poco a poco, Iker comenzó a adentrase en terrenos de actualidad, debates sobre cuestiones de carácter social y asuntos de geopolítica. Desde que hace cuatro años estrenamos el programa hermano, Horizonte, esos temas se los hemos dejado a él y Cuarto Milenio ha vuelto a sus raíces.
¿Cómo prepara un escéptico un programa como "Cuarto Milenio"?
Normalmente no sé lo que me voy a encontrar hasta el mismo momento en que me siento a editar cada bloque del programa. Mi trabajo es muy absorbente y todos los preparativos previos suceden fuera de mi conocimiento, así que llego a cada tema con cero información.
Lo primero que hago es ver la grabación, identificar el meollo del tema en cuestión, determinar las claves más importantes y buscar el tono adecuado para cada sección. Mis compañeros me preparan un documento escrito con los puntos más destacables y me facilitan gran cantidad de material audiovisual para adornar cada tema. Yo escojo lo mejor y muchas veces les pido que me busquen aún más material, siguiendo siempre el discurso de los invitados, de forma que pueda disponer de todos aquellos elementos que enriquezcan al máximo el testimonio de turno.
Como me preguntas por mi trabajo como escéptico, lo cierto es que la edición de los temas más difíciles de creer es la más divertida. A veces tengo que preparar un bloque presentado por un científico o un historiador, y lo hago con la misma actitud que tengo con los temas de terror, pero, sin duda, estos últimos son mis favoritos. Es como estar haciendo una película de fantasmas, solo que, además, me entretengo buscando a cada enigma una solución que me deje satisfecho. Muchas veces tengo que parar de trabajar para interrogar a mis compañeros reporteros sobre todos los detalles del caso que estoy montando en busca deç un cabo suelto que me permita entender los misterios que contamos prescindiendo de las teorías más sobrenaturales.
Cuéntanos una de tus anécdotas favoritas incluidas en el libro.
Una mañana me llamó Javier Pérez Campos, compañero, buscador de misterios y autor de varios libros de éxito sobre fantasmas. El día anterior habíamos emitido un reportaje suyo donde paseaba de noche por un supermercado supuestamente encantado, a oscuras y en completa soledad. Todo eran estanterías repletas de comida y del resto de cosas que puede haber en cualquier tienda, incluyendo un peluche de un oso. Los espectadores de Cuarto Milenio se dieron cuenta de que, al final del reportaje, el peluche que empezaba la investigación sentado la acababa tumbado. ¡Se había movido solo!
Javier y yo tuvimos que revisar todo el material del reportaje buscando el momento en el que había cambiado de postura, soñando con encontrar una grabación en la que el oso se moviese empujando por una fuerza invisible… no contaré aquí el desenlace de esta historia, eso lo dejo para el libro, pero el simple hecho de pensar que podríamos tener nuestro propio muñeco diabólico ya es maravilloso de por sí.
¿Sigues siendo escéptico? ¿No has vivido ningún suceso que sea completamente inexplicable? ¿Que te haya hecho dudar?
Mi sistema de creencias no ha cambiado, aunque muchas historias de las que contamos parecen saltarse las leyes de la naturaleza tal y como yo las entiendo. No me he encontrado con una historia que me haga dudar, sino con muchas, pero mi escepticismo es tozudo y estoy convencido de que todo lo que sucede en el programa tiene una explicación. Aún diría más, todo tiene una explicación que a mí, como escéptico, me podría dejar satisfecho. Lo que ha cambiado después de esos años trabajando con Iker es que me he resignado a aceptar que muchas veces no encontraré esa explicación.
Al final todos, hasta el más frío, racional y descreído de los científicos, encuentra un límite a su conocimiento, más allá del cual solo puede aventurarse a creer sin tener certezas. Sinceramente, yo no entiendo por qué funciona la gravedad, pero me la creo. La diferencia entre los escépticos y los creyentes no es que los primeros no se crean nada y los segundos se crean todo, se trata más bien de qué cosas se cree cada uno.
Aunque sea con escepticismo, ¿qué casos de "Cuarto Milenio" te han llamado más la atención?
Los sensitivos, médiums o como quieras llamarlos, son los que más me intrigan por la sencilla razón de que aciertan, saben cosas que es imposible que sepan, y doy fe de que no se les da información previa. Aldo Linares y, en su día, Paloma Navarrete, nos han regalado momentos fantásticos. No sé cómo hacen lo que hacen, pero lo hacen. No me extraña que la gente pueda creer que están hablando con los difuntos, es la explicación más sencilla y, a todas luces, es lo que está sucediendo delante de nuestras cámaras. Como yo no creo que eso sea posible, me devano los sesos buscando otra forma de explicarlo, pero siempre fracaso. Las actuaciones de Paloma en la academia militar de La Sisla y de Aldo en la Casa de Adelina son grandes momentos del programa que todavía me traen de cabeza.
¿Qué es con lo que más has disfrutado al escribir "Paranormal, yo"?
El proceso de escritura en sí es una actividad muy gratificante, una forma de creación sin limitaciones que constantemente plantea desafíos a la propia imaginación y al conocimiento que uno tiene del lenguaje. En este caso, como se trata de un recorrido en primera persona, me ha servido también para recordar muchos momentos entrañables vividos en Cuarto Milenio, y así he podido ejercitar mi (malísima) memoria.
¿Lo que más he disfrutado? Tengo la impresión de que muchos de los que llevamos a cabo trabajos creativos nos juzgamos muy severamente, sólo vemos los fallos de nuestras obras y no sus virtudes Por eso, cuando he repasado algún capítulo y he visto que estaba bastante bien, he sentido una gran satisfacción.
Para terminar, darte mil veces las gracias y hacerte una última pregunta: ¿eres feliz?
¡Si! Tengo el terrible defecto de ser optimista por naturaleza y creo que, en gran medida, la felicidad depende del punto de vista. Súmale a eso que tengo el mejor trabajo y la mejor familia del mundo. Pero claro, esto es un hándicap terrible: para alcanzar la gloria como escritor, hubiese sido preferible una vida tortuosa repleta de angustia y tragedia. ¡Siendo feliz es muy difícil escribir obras maestras! Seguiré intentándolo.
Oye, pues la verdad es que me ha parecido muy curioso todo lo que comenta, tanto de sus experiencias personales, como de todo lo vivido en Cuarto Milenio.
ResponderEliminarCreo que sería incapaz de mantener mis creencias intactas como lo hace él.
Gran entrada.
Nos leemos
Hola,
ResponderEliminarQué pasada debió haber sido entrevistarlo, se nota que es bastante comunicativo y esas son las mejores personas para entrevistar, jaja, además que me encanta su experiencia, que además contrasta mucho con la mía. El libro no lo conocía y parece súper interesante, yo me lo apunto.
Muchas gracias por la entrevista,
Un beso <3
Hola, muchas gracias por la entrevista, ha sido muy interesante.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
No conocía al autor así que gracias por presentármelo con esta interesante entrevista.
ResponderEliminarBesotes!!!