«Soy Manuel Cortés y tengo que contar la verdad sobre lo que se me imputa. Me dicen que estoy loco, que mi infancia fue adversa, que mi vida fue y es un desastre y que el alcohol y las drogas quemaron mis neuronas hasta cometer lo que aseguran que he hecho… Yo, no obstante, sé que no soy culpable, pero tampoco me considero inocente. Por eso quiero escribir sobre una serie de hechos increíbles que nos llevaron a mi familia y a mí a la locura; hablaré de historias de fantasmas, ouijas, sesiones espiritistas, posesiones demoníacas y mundos paralelos en los que habitan demonios y espíritus malignos».

Manuel Cortés es un hombre encerrado en una cárcel psiquiátrica y obsesionado por desvelar la verdad sobre los hechos que se le imputan, y gracias a una mentira más sus intenciones ocultas, consigue que se le permita escribir acerca de su vida, de su pasado y sobre aquel fantasma maligno que él sindica como el culpable de todas sus desgracias.

Meses después de su muerte, Ricardo Silva, un doctor en Psiquiatría que años atrás estudió la mente atribulada de Manuel, recibe los escritos y decide formar un Grupo Interdisciplinario de Estudio para analizar y descubrir los secretos que estos encierran. Lo que este grupo no sabe es que se verá inmerso en un pandemonio lleno de fenómenos paranormales, locura por doquier y vicios en exceso, y, como si eso fuera poco, con historias de amores prohibidos repletas de traiciones, mentiras perversas, secretos oscuros y muerte.

Esta es la tercera novela que leo de Christian Essenwanger y, posiblemente, la que más he disfrutado de las tres. ¿Por qué? Principalmente, por dos de sus ambientaciones: una cárcel psiquiátrica y una mansión encantada por espíritus malignos. A lo largo de la trama vamos descubriendo cómo Manuel Cortés, nuestro protagonista, acabó encerrado de por vida por matar y descuartizar a su mujer y sus tres hijos. Y lo descubrimos de dos formas: en primera persona, a través de los escritos que él dejó antes de suicidarse, y a través de las investigaciones de un Grupo Interdisciplinario de Estudio que intenta esclarecer si era realmente culpable, o si hubo algún otro componente en sus actuaciones.

Conocemos la vida del protagonista desde el principio, desde que conoció a la que luego sería su esposa hasta que se casaron, prácticamente en la pobreza, para, poco a poco, amasar una gran fortuna, tener tres hijos e irse a vivir a la casona donde su vida empezó a torcerse. Allí, la Maligna, junto a otros espíritus, los atormentaron hasta la noche en que Manuel acabó con la vida de su familia. Luego, vemos su estancia en la prisión psquiátrica y su relación con otros internos, como Javier o Nancy, algunos personajes clave en su fatal desenlace.

Es una novela larga, de unas 550 páginas, pero no le sobra ninguna. Tiene la extensión necesaria para contarnos todo lo que hace, para que vayamos adentrándonos en la mente de Manuel, en su pasado, en su encierro, en su locura. Para que conozcamos a la Maligna y a los otros espíritus que arruinaron su vida para siempre. Christian Essenwanger tiene un punto fuerte, y ese es la narración. Describe muy bien las situaciones y los personajes, lo que hace que te vayas bebiendo la novela sorbito a sorbito hasta acabarte la botella entera. Y, además, se asegura de que tengas luego un buen sabor de boca. 

Si os gusta el terror sobrenatural, la ambientación en un psiquiátrico y los asesinatos, sin duda, vais a disfrutar de Delirium.