Nº de páginas: 240

Editorial: MONTENA

Idioma: CASTELLANO

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 9788419169495

Año de edición: 2022

Sinopsis:

Los relatos más terroríficos de R. L. Stine, el maestro que nos hizo temblar y disfrutar con Pesadillas.

Un niño que odia los insectos empieza a verlos por todas partes.

La piel de un jugador de baloncesto se está deshaciendo, pero nadie más lo puede ver.

Tres amigos encuentran un agujero en el suelo que se hace cada vez más y más grande...

¿Sientes los escalofríos?

Combinado con el humor característico de R.L. Stine y una fuerte dosis de diversión terrorífica, Stinetinglers es perfecto para los fanáticos de las historias de miedo. Estos relatos escalofriantes demuestran que el legado epico de Stine en el genero de terror es merecido. Sumergete en su nuevo libro, y ten cuidado: ¡puede ser que esta noche tengas que dormir con las luces encendidas!

Opinión personal de Tony Jiménez:

No os voy a engañar: tenía muchas ganas de hacer esta reseña. ¡R. L. Stine! ¡Aquí! Sí, alguna que otra vez hemos hablado de este maestro del terror, pero nunca tanto como se merece, y mucho menos a la hora de llevar a cabo críticas y análisis de algunas de sus obras con regularidad, pero es que eso apenas existe ya en nuestro país. Sí, los 90 fueron la mejor década para Stine, el llamado Stephen King para jóvenes y adolescentes, años en los que su colección estrella de libros de terror, "Pesadillas", llegaban a todas las esquinas del planeta, y España no fue una excepción. El impacto fue tan brutal que no se quedó en la literatura, formándose lo que llegó a conocerse como la "pesadillamanía"; la serie de televisión, películas para la pequeña pantalla, juegos de mesa, figuras, cojines, camisetas, videojuegos... Los monstruos y fantasmas del escritor lo invadieron todo, y aunque esa ola pesadillesca duró bastante (nunca lo suficiente para quienes somos admiradores del de Ohio), acabó diluyéndose, pero no desapareciendo del todo, afortunadamente.

Y es que hemos pasado de una época en la que se publicaba en España casi todo lo que sacaba y había sacado Stine en Estados Unidos a otra en la que es raro encontrar uno de sus nuevos títulos en las estanterías de las librerías. Sin ir más lejos, la "pesadillamanía" logró que incluso tuviéramos en nuestro país algunos de los mejores libros y colecciones del autor dedicados a lectores más adultos, siendo famosos sus thrillers, su colección sobre Fear Street y también novelas y antologías independientes que poco se relacionan con sus series más populares. E insisto, hablo de literatura, porque el merchandising pesadillesco que tuvimos en los 90 lo abarcaba todo. ¿Ahora? Ahora las editoriales ni siquiera han aprovechado el tirón que tuvo la trilogía cinematográfica de terror "Fear Street" (La calle del terror), estrenada por Netflix en 2021, y que tomaba como referencia el mencionado universo de Stine, más adulto, sangriento y repleto de suspense que el de "Pesadillas"; sin ir más lejos, las tres películas, muy recomendables por cierto, se adentran bastante en el gore y en temas muy para mayores, a pesar de estar protagonizadas por adolescentes que, en otros casos, habrían encajado perfectamente en uno de los malos sueños de Slappy, el muñeco viviente.

Que no se me confunda. El escritor sigue teniendo una fama tremenda en Estados Unidos, pero parece que fuera de sus fronteras, tras los 90, los lectores, las editoriales o quién sabe quiénes, perdieron el interés (yo no, os lo aseguro, ¿y vosotros?). Durante los últimos años nos han llegado colecciones como "Pesadillas 2000", una especie de secuela de "Pesadillas"; la más que curiosa "Horrorland", más moderna, donde protagonistas y monstruos de "Pesadillas" se unían; y la interesante "Slappyworld", protagonizada por completo por la mascota oficial de "Pesadillas" (mis disculpas a Curly, el esqueleto), actualmente parada y con sólo tres ejemplares a la venta, un claro indicativo de lo que comento, línea que parecen seguir sus libros de "La Pandilla Basura", donde da rienda suelta a sus primeros años como juntador de letras, en los que la comedia, lo estrambótico y lo infantil se daban la mano. En pocas palabras, Stine ha seguido en nuestro país, pero desde sus tiempos dorados apenas con algunos títulos de, sí, su serie estrella, "Pesadillas". Sí, alguna que otra novela y antología para adultos nos ha llegado en todo este tiempo, aunque son excepciones que, a pesar de recibirse con alegría, nos recuerdan con cierta regularidad nos gustaría más a los fans del de Ohio. Por eso hay que aplaudir que Montena, dentro de Penguin Random House, siga dándonos material del novelista más allá de "Pesadillas"... ¿o no?

"Escalofríos" es una recopilación de relatos de R. L. Stine que no tardó demasiado en convertirse en todo un éxito en Estados Unidos. Es un libro sin continuidad alguna entre las historias y otras series del narrador, lo que lo hace perfecto para quienes quieran acercarse por primera vez a él, e imprescindible para los que son (somos) fans de toda la vida. Sin embargo, su carácter juvenil y el tono de los distintos cuentos convierten al volumen en un continuo recordatorio de "Pesadillas", sobre todo de los libros de relatos de "Pesadillas", que también nos llegaron en los 90, claro; la duda ofende. De tal forma se da esto en "Escalofríos" que si le cambiáramos el título bien podría ser un tomo de "Pesadillas". Hilando más fino, "Pesadillas", en el original, es "Goosebumps", que sería algo así como "Piel de gallina", es decir, cómo se suele ponernos la carne cuando pasamos miedo. "Se me ha puesto la piel de gallina con ese libro de terror", podríamos decir. "Me ha dado escalofríos", podría valer también, ¿verdad? Eso no quiere decir que "Escalofríos" no tenga entidad propia, pero me ha parecido curioso las sensaciones tan familiares que ofrece. Y yo encantado con ellas.

La antología se compone de un genial prólogo de Stine donde nos presenta el mundo Escalofriante, como él lo llama, en el que estamos a punto de meternos, y de diez cuentos, cada uno precedido por una pequeña presentación donde el autor nos regala una anécdota y/o un breve texto relacionado con el mismo, y que nos aporta una pista acerca de lo que hallaremos en él. Y tenemos de todo en las diez historias de "Escalofríos"; desde bucles temporales (todo un clásico del escritor) hasta maquetas de monstruos quizá demasiado reales, pasando por canguros que cuidan a niños peligrosos (otro clásico del Stineverso), fantasmas, protagonistas que no son lo que creen, bromas pesadas que acaban muy mal, casas encantadas y, por supuesto, giros argumentales de los que dejan en shock, marca de la casa de Robert Lawrence Stine. Creedme si os digo que "Escalofríos" (Stinetinglers en el original, algo así como "Los hormigueos de Stine" o "Los escalofríos de Stine", juego de palabras bastante divertido, en la línea del novelista) contiene toda la esencia de "Pesadillas" sin ser "Pesadillas", recordándonos que nuestro querido creador de malos sueños es capaz de darnos lo que nos gusta, sin que tenga que ser lo mismo de siempre, aunque con todo el sabor de su marca. Quiero más Stine, por favor.