Siempre he sentido una especie de morbo extraño por los parques de atracciones abandonados, así que hoy me largo a Berlín a visitar el Spreepark, que fue inaugurado en el año 1969. El parque recibía miles de turistas cada día, pero empezó a tener deudas y los dueños decidieron subir el precio de las entradas, lo que llevó a que dejase de ir gente y que Spreepark se declarase en quiebra. Cerró en el año 2001. Aunque las lenguas cuentan que la verdadera causa fue la corrupción, narcotráfico y otros intereses privados de los dueños.
Hoy, tras dieciséis años abandonado, recibe la visita de aquellos que, como yo, quieren recorrer cada uno de sus rincones y sus atracciones. Muchos cuentan que la noria sigue funcionando y que se pone en marcha cada noche para el disfrute de aquellas almas que puedan rondar por allí.
No hay civilización alrededor del parque, por lo que los únicos sonidos que escucharás cuando estés dentro, son los graznidos de los pájaros, el crujir de las ramas... y el chirriar de la noria.
Como curiosidad, diré que en el 2011 fue utilizado como set de rodaje para la película de acción Hanna, por lo que, si la habéis visto, de alguna manera ya habéis visitado Spreepark. También en el 2014 estuvo a la venta en EBay, pero todo fue una pantomima, pues el vendedor ni siquiera era su dueño.
¿Os atrevéis a subir conmigo a esta noria?
¡Hola! Uff, el sonido de la noria en los días de viento tiene que ser terrorífico. Un besote :)
ResponderEliminarHola hola!!
ResponderEliminarSe me han puesto los pelos de punta!
Yo desde luego que no me subiría
Un besote desde el rincón de mis lecturas 💕
No lo conocía, pero suena muy bien. También a mí me encantan los sitios así abandonados donde la naturaleza acaba reclamando lo que es suyo.
ResponderEliminarUn beso ;)