Entrevista al elenco de `Chispis Woman´

 


¡Buenos días, chicas! Antes de nada, daros la bienvenida a Chica Sombra, sentíos como en casa. Contadme, ¿cómo es un día normal en vuestras vidas? 

Eva: Gracias a ti. Por las mañanas voy a la oficina de la sala Tarambana y hago diferentes tareas: responder correos, promoción de redes, producción y programación del teatro familiar… y alterno con ensayos de CHISPIS y Emoticolors, nuestra última producción de teatro familiar; y por las tardes cuido de mi mami, a veces escribo, recibo clases de canto o entreno con pilates para mantenerme en forma y poder con todo el ajetreo 

Laura: ¡¡Muy buenos días!! Pues yo no suelo tener una rutina. Unos días me levanto, me preparo mi super desayuno, eso nunca falla, me pongo mis mallas y a entrenar al rocódromo. Es una vía de escape donde siento una libertad tremenda. Otro día tengo clase de locución y doblaje y el resto hago trabajo en casa, mandar material a representantes, buscar casting, grabarme selftapes… estudiar, leer y repasar texto. Y los fines de semana suelo tener función fuera de Madrid con Kulunka teatro o Irú Teatro, las otras dos compañías con las que trabajo, aunque ahora se están cancelando casi todas. 

Marina: ¡Hola! Primero, gracias por la entrevista, te contesto encantada. Pues soy madre de dos niños pequeños, así que comienzo el día con desayunos y prepararnos para ir al colegio. Cuando dejo a mis hijos en el cole luego hay una mezcla dependiendo de la época, o el día, de ensayos, deporte, casa, estudio, trabajo de mailing, etc. Cada día priorizo una cosita, pero procuro sacar siempre un rato para mí antes de que vuelvan los peques del cole, y para comer con mi marido tranquilamente (suelo ir con la lengua fuera, pero qué bien queda eso de “tranquilamente”). Y por la tarde recojo a los niños y, entre meriendas, tareas, baños y cena llega la hora de acostarles y disfrutar de nuestra peli o serie diaria y leer un rato antes de dormir.  


Estáis en escena con Chispis Woman, una obra ambientada en Carabanchel y protagonizada por una superheroína. ¿Qué fue lo que hizo que dijeseis “SI” al leer el guion? 

Eva: Las tres somos amigas y tenemos muy buena conexión dentro y fuera de escena, ya hemos trabajado varias veces juntas y queríamos volverlo a hacer. Llamamos a Ozkar Galán para que nos escribiera algo, adaptado a nuestros perfiles, ya que no encontrábamos textos con mujeres maduras como protagonistas. Él es nuestro escritor fetiche y, como siempre, acertó con la historia de tres superheroínas y supo plasmar nuestras inquietudes y supo acertar en cómo lo queríamos contar a través del humor que le caracteriza. Junto con Ricardo Cristóbal, nuestro director, la historia prometía ser un regalazo, y así ha sido, nunca nos defraudan. 

Laura: En realidad fue Ózkar, el dramaturgo, quien nos tuvo que dar el sí. Bueno, primero Ricardo, el director, y luego Ózkar. Yo conocí a Eva y a Marina en otro montaje, “Bienvenido Sr. de la Fuá” y queríamos volver a trabajar juntas, nos echábamos de menos (Risas). Teníamos la idea de hacer una historia de mujeres, no sabíamos exactamente el qué. A Ózkar le conocíamos Eva y yo de haber trabajado con él anteriormente en “Hamlet”, y queríamos que fuera él quien contase nuestra historia, en eso no teníamos duda, su ritmo y cómo hablan sus personajes es increíble. Y es ahí donde Ózkar nos hizo ver la luz, cuando nos sorprendió con una historia de superheroínas en Carabanchel.

Marina: Realmente el proceso fue al revés. Eva, Laura y yo queríamos volver a trabajar juntas. Después de “Bienvenido Sr. de la Fuá”, obra en la que fuimos felices las tres, yo me quedé embarazada y estuve tres años sin trabajar en ningún proyecto nuevo, no quería salir de gira. Total, que cuando los niños iban ya al cole los dos, me moría por trabajar de nuevo en Tarambana con mis compañeras. Tuvimos una reunión con Ózkar y él nos iba a hacer un texto a medida, se le ocurrió un proyecto sobre tres superheroínas y nos encantó la idea. Al cabo de unos meses, pandemia de por medio, teníamos la obra escrita. Un obrón, que nada más leerlo nos enamoró a todas, a mí me llenó de ilusión y de ganas de llevarlo a cabo, encima dirigida por Ricardo Cristóbal, no se podía pedir más.  


El otro protagonista de la obra es, sin duda, el propio Carabanchel, un barrio obrero lleno de gente trabajadora. ¿Esa superheroína simboliza a cada habitante del propio lugar? 

Eva: Sí, esta historia sucede en Carabanchel, pero podría haber sido en cualquier barrio trabajador y obrero, y le puede pasar a cualquier mujer trabajadora y luchadora por su gente y su barrio… CHISPIS se interesa por los demás, tiene empatía, planta cara al miedo, a las injusticias, y persigue sus objetivos a pesar de los obstáculos. 

Laura: En parte sí, ojalá cada habitante fuera como Chispis (Risas). Hablamos de una mujer que luchó y cuidó de su gente. Eso por una parte, y luego hablamos de otras dos mujeres que hacen todo lo que está en sus manos para salvar a la anterior y puedan estar unidas. Todo ello en este gran barrio madrileño, CARABANCHEL. 

Marina: A cada persona que se preocupa por los demás, a quienes no se les da visibilidad y la merecen. Personas que derrochan amor y empatía, son héroes, heroínas de Carabanchel o de cualquier barrio, pero sí, nosotras trabajamos en Carabanchel, aunque esperamos ir a muchos sitios con esta obra. 


¿Es la reivindicación hacia la mujer el objetivo principal de Chispis Woman

Eva: En parte sí, hablamos de la mujer, las mujeres somos superheroínas, tenemos que poder con todo lo que trae el día a día; con el trabajo, la casa, los niños, las desigualdades, injusticias… y creo que sobre todo hablamos del amor incondicional, y de la supervivencia a la memoria individual y colectiva. 

Laura: Eso siempre, nosotras siempre luchamos por el feminismo, esa igualdad a la que todavía le queda camino, pero aparte de eso también reivindicamos esa unidad familiar, la lucha por la familia y la memoria. Hasta qué punto podemos llegar por los seres queridos. 

Marina: Es uno de ellos, hay más cosas que no queremos desvelar, pero sí, claro. No es porque se haya pensado en ese objetivo como punto de partida, sino porque que Ózkar, como buen dramaturgo, recoge lo que pasa en la vida, en la sociedad, y es el momento de darle el lugar que le corresponde a la mujer. Hay una revolución femenina en el mundo, eso es innegable, y aquí se refleja. Ózkar lo aborda con mucha belleza, dando lugar y visibilidad a ciertas cosas… y hasta aquí puedo leer (Risas). Pero bueno, se trata de personas, de lo que al final del día nos importa a las personas, y ahí somos todas iguales.  


La estética ochentera es una delicia, sobre todo para los amantes de los cómics. ¿Vosotras lo sois? ¿Cuál es vuestro favorito? 

Eva: Yo sí, me he quedado en la moda ochentera (Risas). Me siguen gustando los colores llamativos, las mallas, los calentadores… No he sido mucho de cómic de superheroínas, de pequeña yo leía Rompetechos, 13 Rue del Percebe, y uno de mis favoritos siempre ha sido Mafalda

Laura: (Risas) Me hace mucha gracia porque en realidad siempre me han fascinado las superheroínas y los superhéroes, siempre he querido ser una de ellas, pero nunca he sido una amante de los cómics, soy más de novela, de ciencia-ficción y policiaca, eso sí. Los únicos cómics, no de superhéroes, que he leído, son los de Mortadelo y Filemón y Zipi y Zape.

Marina: Pues no era muy de cómics, aunque sí para verlos en cine. Pero mis hijos me han aficionado, nos pasamos el día hablando de superhéroes y de cuál tiene más poderes, parecemos The Big Bang Theory en esta casa. Desde mi poco conocimiento del tema, elijo X-Men como cómic favorito.  


Si en una próxima vida pudieseis reencarnaros en una superheroína, ¿cuál sería vuestra elegida? 

Eva: Pues podría ser en mi abuela o en mi madre, que han sido mis referentes, mujeres luchadoras, trabajadoras, independientes y sobre todo cariñosas.  

En mujeres que han marcado la historia elegiría a Clara Campoamor, luchadora infatigable por la igualdad de derechos, y como actriz, sería Sara Bernhardt o la Calderona, que se enfrentaron a la sociedad machista y demostraron una gran profesionalidad y dedicación a su arte.  

Laura:  Mi madre. No levanta muros ni hace desaparecer a los enemigos, pero siempre ha luchado por sus ideales, por la igualdad, por la justicia… con sus 50 años se sacó la carrera de trabajadora social, todo ello sin dejar de trabajar desde los 14, para mí eso es ser una superheroína. Es y siempre será la superheroína en la que me quiero reencarnar, y si además puedo volar, pues ya 3 en 1 (Risas).

Marina: No lo sé, puede que Jessica Jones, pero menos atormentada. 


¿Me podéis contar algo sobre vuestros futuros proyectos? 

Eva: Pues de momento intentaremos seguir con CHISPIS y rodarla un poquito, y yo personalmente me pondré a escribir la siguiente obra infantil para la siguiente temporada. Tenemos otras cosas entre manos, aún en un momento muy embrionario, pero espero poder contártelas muy pronto. 

Laura: Poco puedo contar, porque con esto del COVID está todo muy parado y se han cancelado muchos proyectos. Lo que si sé es que el próximo será audiovisual, voy a producir un corto y lo protagonizará mi abuela, otra superheroína, pero esta vez, en el barrio de Vallecas, que es de donde soy yo.

Marina: De los futuros proyectos hasta que no hay fechas concretas sobre la mesa, mejor no hablar, ya sabes, se puede gafar...  Solo digo que estoy muy ilusionada, deseando seguir trabajando, y siempre sembrando. 


Para finalizar, daros las gracias y haceros una última pregunta: ¿sois felices? 

Eva: Gracias a ti por dar visibilidad al teatro. Yo soy feliz, me va bien, tengo salud, mi familia está bien y puedo seguir trabajando en nuevos proyectos. Es lo único que necesito. Pero me afecta que no son buenos momentos para mucha gente, la vida está difícil. Os animo a venir al teatro para olvidaros del monotema y compartir con nosotras, reír, llorar y llenar el alma y así hacer más llevadero el día a día. 

Un abrazo.

Laura: Sí. Pese a todo lo pasado este año, soy feliz, tengo una gran familia, donde nos apoyamos los unos a los otros, acaba de nacer mi sobrino que me ha dado una gran alegría y amor, y tengo amistades que valen oro, entre ellas, mis compañeras de CHISPIS; sin ellas nada de esto tendría sentido. Y, sobre todo, soy feliz porque puedo subirme al escenario, me siento libre y puedo defender en lo que creo.

Marina: Sí, con mis días, mis dudas, mis miedos y momentos de todos los colores, pero sí que soy feliz, sé que soy muy afortunada, con mucho por lo que dar gracias en mi vida, tanto profesional como personalmente, así que lo disfruto todo lo que puedo, y doy las gracias a diario.  

Gracias a ti, un abrazo.



Chica Sombra

4 comentarios:

  1. Una entrevista muy divertida y me han gustado mucho las fotografías
    bsss

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  2. Hola! me gusto mucho la entrevista, no conocía esta obra. Besos

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  3. Hola! No las conocía, ni la obra tampoco pero pinta divertida! Gracias por la entrevista.

    Un saludo!

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  4. ¡Gran entrevista! Ojalá pronto podamos volver a disfrutar de tardes de teatro y cine...

    ¡Besos!

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