Autores: Carlos Pacheco, Matthew Rosenberg, Joe Bennett, Leinil Francis Yu, Ramón Rosanas
Número de páginas: 192
Tamaño: 17X26
Contiene Phoenix Resurrection 1-5 USA
Formato: Tomo en tapa dura
Interior: Color
Sinopsis:
Volverá, como un fénix, desde las cenizas. Desde la muerte de Jean, el mundo ha cambiado y La Patrulla-X ha seguido adelante. Ahora, una serie de extraños eventos a lo largo del globo pone en marcha el regreso de la Jean Grey adulta.
Opinión personal de Tony Jiménez:
Nada muere. En realidad, nada muere definitivamente... en el universo de las viñetas. Si de algo puede presumir el mundo del cómic USA, la cuna de los superhéroes como los conocemos hoy día (transformados a partir de los mitos grecorromanos), es de tener a unos personajes reconocidos mundialmente, héroes y villanos que les dan alegrías artísticas y económicas al mismo tiempo. Centrándonos en éstas últimas, resulta evidente que en la mayoría de los casos son tan, tan, tan altas que hace difícil que quieran deshacerse de ciertos nombres esenciales para la empresa. Pongamos el foco en Marvel y DC, las dos grandes de la industria, las dos principales, y pensemos la catástrofe que sería para la primera perder a Spiderman, Lobezno, Iron Man, Punisher, Hulk o Daredevil, entre muchísimos otros, más o menos a la altura de que la Distinguida Competencia ya no tuviera entre sus filas a Superman, Batman, Wonder Woman, Green Lantern, Aquaman o al Joker. Claro, ahora es cuando tenemos en cuenta que a nivel editorial es complicado que eso ocurra, incluso teniendo en cuenta las dificultades que en ocasiones ambas empresas han vivido. Por ejemplo, queda lejos ya la bancarrota en la que se encontraba Marvel en los 90, donde daba la impresión que todo valía con tal de sacar la editorial a flote, incluyendo la idea de vender algunos de sus personajes, movimiento que tampoco le es desconocido a DC, y menos en relación a Superman y Batman. ¿Alguien recuerda que el guionista Brian Michael Bendis (Ultimate Spiderman, Alias) estuvo pensando en meter al Hombre de Acero en "Los Nuevos Vengadores" cuando los derechos del personajes se tambaleaban en DC por las protestas de los herederos de sus creadores? De ahí que luego, en la popular formación que devolvió a los Vengadores a primera línea de interés, tuviéramos al Vigía, el Superman psicótico de Marvel.
Sin embargo, hablamos de conceptos más monetarios y mercantiles. Pero, ¿qué ocurre al referirnos a las historias? ¿Qué sucede dentro de los cómics? Bueno, que los personajes... mueren. Es una obviedad, sí, pero conforme leáis veréis que no tan grande como parece. Después de todo, tenemos a personajes con poderes y armas que entran en conflictos y batallas con otros personajes que también tienen poderes y armas, ya sean villanos, antihéroes e incluso otros héroes cuando la historia así lo requiere. Y eso significa que los superhéroes y los supervillanos, en ocasiones, mueren. Eso sí, ¿permanecen muertos? No, por supuesto que no. Y ese "por supuesto" viene relacionado con las líneas anteriormente escritas, en las que parece poco probable que Marvel y DC pretendan prescindir de personajes esenciales, personajes que son marcas. En el peor de los casos, queda la sustitución, pero es todo temporal, o acaba con los nuevos compartiendo aventuras con los veteranos, lo cual se está dejando ver últimamente en otros medios (el filme "Spider-Man: Un nuevo universo" es el mejor ejemplo de ello, donde descubrimos que el Peter Parker de un universo ha sido asesinado, sustituido más tarde por Miles Morales, un nuevo Spiderman ayudado por otros hombres araña de varias realidades alternativas). Si tenemos en cuenta a los supervillanos, en las aventuras más clásicas de los personajes, era común que acabasen en situaciones donde aparentemente morían, resultando al final que se habían salvado por los pelos. Pero no me refiero a eso, sino a muertes definitivas, absolutas, donde la resurrección tiene lugar poco o mucho después. Superman, Flash y Batman han llegado a morir, los sustitutos surgieron, con más o menos acierto, y los originales se terminaron alzando, en ocasiones, con décadas de diferencia (ahí tenemos a Barry Allen). Las muertes de algunos personajes comiqueros alcanzaban antaño tales cotas de importancia que periódicos e informativos se hacían eco, como con la historia "La muerte de Superman", o el asesinato del Capitán América después de "Civil War". Y eso me lleva a centrarme en Marvel, porque, sí, ambos superhéroes están, hoy, vivos y coleando, después de varios acontecimientos más relacionadas con la Parca.
Pese a que entre los 60 y los 80, las muertes en Marvel parecían definitivas, poco a poco, y conforme han ido pasando los años, se han hecho cada vez más reversibles, lo que conlleva tanto virtudes como defectos a la hora de enfrentarnos al fallecimiento de un personaje, e incluso a que ya no exista ninguna muerte con la que no se haya jugado, señalando algunas tan importantes para el universo Marvel como las del tío Ben de Spiderman y, también relacionada con éste, la de Gwen Stacy, el amor de su vida (antes de Mary Jane, sí, perdón). A pesar de que lo importante siempre es la historia, y si ésta es buena, la resurrección, por más polémica que resulte, también lo será, con el tiempo se ha matado y resucitado tanto y a las bravas que, en ocasiones, a los lectores les ha dado la impresión de que lo que se contaba era la nada más absoluta, y que la resurrección en sí era solamente un giro argumental para impactar y llamar la atención. Como es obvio, también se ha perdido un poco la perspectiva de la sorpresa y el asombro, es decir, esa muerte tan épica, ese sacrificio tan heroico, puede ser rebobinado, por decirlo de alguna manera. Entonces, ¿qué significado tiene? Y más cuando sólo unos pocos años, meses incluso en ocasiones, van de la muerte a la vuelta a la vida. Sin embargo, cuando la historia es lo que importa, los resultados no sólo son sobresalientes, dando lugar a cómics que permanecen en el recuerdo de los fans y hasta en la cumbre misma de algunas de las obras más representativas de la editorial, sino que también llegan a otros medios, agarrándose con fuerza en el imaginario popular. Ahí tenemos el regreso de Bucky Barnes, el mejor amigo del Capitán América, que en los cómics dio para una extensa y notable saga en la que pasaba de ser un temible villano a convertirse en el nuevo Capitán América, y con bastante éxito, por cierto, incorporándose, poco a poco, y a base de trabajo bien hecho, al universo Marvel moderno, una resurrección que ha tenido lugar décadas después de una muerte ya mítica en la Casa de las Ideas, y que, en parte, definía a Steve Rogers.
Pese a que entre los 60 y los 80, las muertes en Marvel parecían definitivas, poco a poco, y conforme han ido pasando los años, se han hecho cada vez más reversibles, lo que conlleva tanto virtudes como defectos a la hora de enfrentarnos al fallecimiento de un personaje, e incluso a que ya no exista ninguna muerte con la que no se haya jugado, señalando algunas tan importantes para el universo Marvel como las del tío Ben de Spiderman y, también relacionada con éste, la de Gwen Stacy, el amor de su vida (antes de Mary Jane, sí, perdón). A pesar de que lo importante siempre es la historia, y si ésta es buena, la resurrección, por más polémica que resulte, también lo será, con el tiempo se ha matado y resucitado tanto y a las bravas que, en ocasiones, a los lectores les ha dado la impresión de que lo que se contaba era la nada más absoluta, y que la resurrección en sí era solamente un giro argumental para impactar y llamar la atención. Como es obvio, también se ha perdido un poco la perspectiva de la sorpresa y el asombro, es decir, esa muerte tan épica, ese sacrificio tan heroico, puede ser rebobinado, por decirlo de alguna manera. Entonces, ¿qué significado tiene? Y más cuando sólo unos pocos años, meses incluso en ocasiones, van de la muerte a la vuelta a la vida. Sin embargo, cuando la historia es lo que importa, los resultados no sólo son sobresalientes, dando lugar a cómics que permanecen en el recuerdo de los fans y hasta en la cumbre misma de algunas de las obras más representativas de la editorial, sino que también llegan a otros medios, agarrándose con fuerza en el imaginario popular. Ahí tenemos el regreso de Bucky Barnes, el mejor amigo del Capitán América, que en los cómics dio para una extensa y notable saga en la que pasaba de ser un temible villano a convertirse en el nuevo Capitán América, y con bastante éxito, por cierto, incorporándose, poco a poco, y a base de trabajo bien hecho, al universo Marvel moderno, una resurrección que ha tenido lugar décadas después de una muerte ya mítica en la Casa de las Ideas, y que, en parte, definía a Steve Rogers.
Spiderman, Iron Man, Hulk, Thor, Punisher, Daredevil, Caballero Luna, Silver Surfer, Ojo de Halcón, Magneto, la Bruja Escarlata, la Visión, Pantera Negra, Doctor Muerte, los Cuatro Fantásticos y el Hombre Hormiga, entre muchos otros, son los superhéroes Marvel que, en alguna ocasión, a veces incluso en varias, han probado el beso de la Parca. Pero, ¿y los mutantes? Da la sensación de que el enorme universo surgido alrededor de los X-Men, más concretamente, formado por la raza mutante (homo superior), se encuentra aparte, sobre todo, por cómo se ha expandido desde los años 60. Y, sí, muchos de sus integrantes también han muerto; desde Cíclope hasta el mismísimo Lobezno, pasando por Ángel, el ya mencionado Magneto, Dientes de Sable, Mr. Siniestro, Coloso, Kitty Pryde e incluso el Profesor-X, permaneciendo algunos de ellos, como éste último, aún en el más allá, precisamente, en este caso, a causa de la Fuerza Fénix, o Fénix a secas. Y es a este personaje al que le toca regresar, en concreto, con la forma de Jean Grey, una de las fundadoras de los X-Men originales, poderoso personaje cuyo mito con el Fénix, esa fuerza cósmica de vida y muerte, ha alcanzado la pantalla grande en "X-Men 3: La decisión final" y "X-Men: Fénix Oscura". Pese a que Jean ha muerto y resucitado (con ésta) unas tres veces, en realidad, con ella sí tiene sentido si nos atenemos al ciclo de muerte y resurrección que siempre ha rodeado al Fénix, animal mitológico capaz de levantarse de sus propias cenizas. Pese a que han pasado catorce años desde la última muerte de Jean, pese a que el Fénix ha buscado y encontrado a otros recipientes, pese a que el mencionado Bendis tuvo la osadía de devolvernos a Jean en su versión de los X-Men originales, viaje en el tiempo incluido, tarde o temprano, en los cómics, en Marvel, todo vuelve, y no iba a ser menos con un personaje que simboliza la muerte y resurrección aseguradas.
El movimiento por parte de Marvel ha sido inteligente, y notable la historia, en la que los X-Men, por equipos, investigan sucesos tan extraños como inquietantes que se suceden por todo el mundo, lo que les pone en la pista del Fénix, descubriendo los planes que tiene tanto para Jean, de nuevo, como para el planeta Tierra, también de nuevo. La jugada no es redonda, pero casi, porque nadie esperaba ya a estas alturas que Jean Grey volviera, además, a tiempo para la nueva película de los mutantes, y última por parte de la Fox. El tiempo transcurrido ha sido el suficiente, más que suficiente si lo comparamos con otras historias de muertos que regresan (¿cuánto tardó Daredevil en su momento?), hasta el punto de que en la editorial han jugado, y mucho, con ello, con las diferentes formas de Jean Grey y las del propio Fénix. ¿Quién no recuerda la espectacular "Los Vengadores vs la Patrulla-X", en la que, precisamente, el Fénix buscaba otro recipiente y acababa dividido en cinco, entre ellos, Emma Frost y el propio Cíclope, amor de Jean Grey? Sin embargo, los juegos se acabaron, y ahora sí, de verdad de la buena, tenemos entre nuestras filas comiqueras a la Jean Grey original, ¡y con Scott Summers muerto! Y, sí, la joven Patrulla-X por ahí danzando, como si la tensión no se pudiera cortar ya de por sí con un cuchillo. ¿Algo especial que ensalzar de "La resurrección de Fénix"? La emotividad, delicadeza y cariño con la que se narra la miniserie, además de cierto tono de terror en más de una viñeta, lo que le da un saborcillo distinto, si hablamos de cómics de superhéroes. Lo peor es que resulta incomprensible que se hayan necesitado cuatro dibujantes para una historia de cinco números. ¡Cuatro! Si los cambios repentinos de esta índole no suelen gustar en una serie regular, imaginad en una miniserie, destacando el trabajo de Leinil Francis Yu (Los Nuevos Vengadores, Ultimate Vengadores), quien tendría que haber sido el único dibujante de la obra, y no sólo el principal. Los cinco números están reunidos en este lujoso tomo de Panini, a un precio realmente ajustado y repleto de extras realmente interesantes y jugosos, que van desde la casi infinita colección de portadas alternativas, joyas gráficas algunas de ellas, hasta una entrevista al guionista de la miniserie, una ficha sobre Jean Grey y un atractivo artículo que repasa las muertes y resurrecciones de la telépata. Una edición espectacular para un ansiado regreso que debemos disfrutar antes de que el más allá reclame de nuevo al amor platónico de Lobezno, la mutante más poderosa de todas. Al fin y al cabo, de alguna parte debe resurgir el Fénix.
Este lo pilla mi cuñado y no le vemos el pelo en todo el día...🤔...buena idea, habrá que regalárselo 😁
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Me encantan los cómics pero admito que no me he introducido mucho en los de Marvel, aunque me llaman mucho la atención. Son tantos que nunca sé por dónde empezar jajaja
ResponderEliminarA mi marido seguro le gustaría. Un beso
ResponderEliminarHola! Aunque me gusta mucho la saga de X-Men no soy de cómics así que no creo que me anime con él. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
¡Qué interesante! Siempre quiero leer del género pero nunca se por donde empezar, parece una buena opción.
ResponderEliminarBesos =)