¡Hola, José Emilio! Lo primero, darte la bienvenida a Chica Sombra, siéntete como en casa. Cuéntame, ¿cómo es un día normal en tu vida?
Pues depende mucho del trabajo. Generalmente me gusta levantarme pronto y hacer desayunos largos, leyendo la prensa y oyendo algo que me haga reír de fondo (por ejemplo “La vida moderna”, a la que estoy muy enganchado). Después si no tengo ensayo o algo de trabajo, suelo ir a hacer deporte, luego a la compra y de vuelta a casa para preparar el almuerzo. Perdono poco la siesta y el posterior café. Luego tengo un poco de tiempo libre que gasto de forma miscelánea. Y a media tarde me voy al teatro para la función del día. Cuando no tengo funciones o grabación la tarde suele ser más ociosa.
El 21 de Septiembre estrenáis Acreedores en Calibán Teatro, un duelo psicológico que actualiza el clásico de Strindberg. Háblame de Gustaf, el personaje al que das vida encima del escenario.
Gustaf es un tipo herido en su amor propio. Además es intelectualmente brillante y eso le da aun más oscuridad a su resentimiento. Esto le lleva a ser maquiavélico y a desarrollar un punto sádico, casi morboso, ya que encuentra diversión en sus actos. Se mueve por un deseo de revancha, por pura venganza. Es un personaje, sin embargo, nada alejado de la realidad cotidiana que podemos encontrar en nuestro alrededor, pues sus pulsiones son comunes en la mayoría de los mortales.
Los principales protagonistas de la obra son la venganza y la obsesión. ¿Crees que hay algo más dañino que ellas?
Como se dice en el propio texto, “La vida nos pone un millón de formas de hacernos daño unos a otros”. No sé que es lo más dañino, pero sí que añadiría que una de las cosas más devastadoras que existen es la culpa. Y cuando ésta, además, es inducida culturalmente me parece terriblemente triste, porque te subyuga sin fundamento alguno.
La representación de la obra se completa con una exposición de autorretratos del autor, que se ubica en la propia escena. ¿De dónde surgió esta maravillosa y original idea?
Surgió de la colaboración con la Embajada de Suecia, que nos facilitaron el acceso a las fotos del Museo Strindberg de Estocolmo. Gracias al esfuerzo de mis compañeros Andrés Rus, director de la obra, y Elda García-Posada, quien la tradujo y versionó del sueco.
Teatro, cine, televisión… ¿Algún otro arte que te apasione, José Emilio?
Me apasionan las artes, sobre todo las plásticas, pero en este caso como mero observador de belleza. Aun no ha nacido en mí la inquietud necesaria para dedicarme a ellas desde el otro lado.
¿Me puedes contar algo sobre tus próximos proyectos?
Hasta principios del próximo año voy a estar haciendo temporada en el Teatro Fígaro de Madrid bajo la dirección del argentino Juan José Campanella con una obra que se llama Parque Lezama. Luego tengo previsto retomar otra obra que estrené la temporada pasada, Hasta Palomares. Y probablemente me centre en intentar acercarme de nuevo a la televisión, que es un medio que me apasiona y al que me ilusiona muchísimo volver.
Para terminar, darte mil veces las gracias y hacerte una última pregunta: ¿eres feliz?
Yo creo que no se puede ser absolutamente feliz o cualquier otro estado mental. Creo que en la vida hay muchos picos y valles, de hecho los hay a lo largo de un solo día. Podría hablar del mayor o menor grado de satisfacción con mi vida, pero aun así también hay aspectos de todo tipo. No soy amigo de los absolutismos, me parecen aburridos. Me quedo con las luces y las sombras que dan relieve a la vida.
A mí también me lo parecen y además inútiles 😏
ResponderEliminarBuena entrevista.
Besitos 💋💋💋
¡Hola! Interesante entrevista. Estaré atenta a sus obras. Un besote :)
ResponderEliminarSiempre me encanta las entrevistas que nos traes!
ResponderEliminarHola! Pues no lo conocía pero la obra parece interesante. Gracias por la entrevista.
ResponderEliminarUn saludo!
Pues la obra me ha llamado la atención. Gracias por la entrevista.
ResponderEliminarBesos