Entrevista a Blas Ruiz Grau: `La gente no cambia, lo que hace es disfrazarse´

Imagen tomada de La Verdad

¡Hola, Blas! Lo primero, darte la bienvenida a Chica Sombra, siéntete como en casa. Cuéntame, ¿cómo es un día normal en tu vida?

¡Hola! Encantado de poder estar charlando.

Lo bueno es que la vida va variando y que cada día, según la época en la que me pilles, puede ser diferente. La mayor parte del año es así:

Me levanto, llevo al niño al cole, voy un ratito al gimnasio y, cuando llego, ese es mi momento. Horas y horas de escritura, revisión, documentación… llámalo x. En lo habitual intento dedicar unas ocho horas diarias, pero a veces es imposible por miles de cosas. Eso sí, no hay día en el que no emplee mi tiempo en la literatura. Luego, terminada la jornada dedico tiempo a los míos. Todo el que puedo.

Si me pillas de gira, la cosa cambia muuuucho (Risas).

Publicas No mentirás, donde un asesino en serie se inspira en otros crímenes acontecidos en España para cometer los suyos. ¿Cuánto de complicado es meterse en la mente de un psicópata?

Es complicado y agotador. Cuando se intenta llevar al límite, como ha sido mi caso, ha habido algunos días en los que he acabado muy mal psicológicamente. No puedo entender cómo una persona es capaz de cometer tanto daño. Tampoco es que quiera entenderlo, pero sí creo tanto vínculo entre mis personajes y yo, que a veces me supera. Y esto no sólo me pasa con los psicópatas, también con los que intentan darles caza.

Carlos, el protagonista, ve como todo su mundo cambia de repente tras la extraña muerte de su padre, teniendo que volver a sus raíces. ¿Eres de los que piensas que todos tenemos que volver, tarde o temprano, a ellas?

Pienso que es imposible huir de ellas. Tú te puedes construir una vida alrededor de lo que eres, pero sigues estando en ese centro y, por mucho lujo y muchas florituras con las que te rodees, no puedes cambiar. Siempre se ha dicho que la gente cambia, pero en verdad lo que hace es disfrazarse. Uno es como es y siempre será así. Esto también se podría interpretar con las raíces.

Imagino que la documentación sobre los crímenes en España ha sido extensa. ¿Cuál de ellos te ha costado más entender o digerir?

Es que esto es peligroso. Porque, aunque sea la respuesta fácil, todos me han marcado de una manera o de otra. Sobre todo porque sabes que, sin justificar lo que te voy a decir, no son producto de un mero arrebato de ira. No, son crímenes que son buscados por sus autores por esa necesidad que sienten. Lo peor de todo es que he visto otros de los que no he podido hablar que son muchísimo peores todavía. El ser humano esconde una vileza que no imaginamos a veces. Y duele. Duele mucho.

Autopublicaste tu primer libro, La verdad os hará libres, en el año 2012. Siete años después, publicas con una de las grandes de este país, Penguin Random House. ¿Se siente todo el vértigo que me estoy imaginando?

Se siente mucho más. Cuando autopublicaba no sentía más presión que la que yo mismo me ponía. Algo así como superarme a mí mismo. Ahora hay números, datos, dinero… tengo que cumplir unas expectativas que hay puestas en mí y eso ahoga. La suerte es que a la vez tienes a un magnífico grupo de profesionales que velan para que todo llegue con la mayor calidad posible. Eso es lo que más valoro.

¿Me puedes contar algo sobre tus próximos proyectos?

Claro, a finales de año saco un nuevo ensayo que va a gustar mucho. Y, pronto, la segunda parte de esta trilogía que se inicia con No mentirás.

Para terminar, darte mil veces las gracias y hacerte una última pregunta: ¿eres feliz?

Sí. Mucho. Pero no por estar cumpliendo mi sueño, que también, sino por esa magnífica familia que tengo y que me hace sentir la persona más afortunada del planeta. No pido más que tenerlos siempre cerca.