Teatro: Ni con tres vidas que tuviera

Sinopsis:

Un ex terrorista vuelve a la vida, la que un día sembró de terror, tras más de veinte años en prisión. Ahora tiene que enfrentarse a la realidad. Un reportero gráfico recoge su testimonio en la entrevista más compleja de su carrera profesional. Una mujer, hija de las víctimas de uno de sus atentados, encuentra por sorpresa el artículo en la prensa y revive el episodio más traumático de toda su existencia.

Obra basada en la entrevista de Jordi Évole al ex terrorista Iñaki Rekarte en el programa Salvados (La Sexta).

Opinión personal de El señor Darth:

Recuerdo perfectamente cuando Jordi Évole entrevistó al ex-terrorista Iñaki Rekarte, antiguo miembro de la banda ETA, en el programa Salvados que se emite en La Sexta. Aquella conversación me impresionó notablemente y me impulsó a realizar, de forma introspectiva y personal, un fuerte ejercicio de reflexión, que me condujo a cuestionarme y enfrentarme ante varios tabús o barreras morales que se encuentran fuertemente arraigados dentro de nuestra sociedad.

Ni con tres vidas que tuviera adapta dentro de la dramaturgia esta interesante entrevista, en un formato muy emocional e intenso, en la que el antiguo terrorista, el entrevistador y la hija de una de las víctimas, nos conducen a través de sus diálogos, por un tour de force lleno de dolor y empatía, con la finalidad de cuestionarnos si es lícito o no, olvidar y perdonar algo tan brutal e irracional como el asesinato de una persona.

El trabajo de José Pascual Abellán es atrevido e interesante, puesto que tratar un tema de esta índole puede ser extremadamente delicado y ofensivo, sobre todo si se nutre de un cierto amarillismo o sensacionalismo, que son elementos que a mí siempre me han parecido repulsivos y, lamentablemente, muy usados dentro de los medios de comunicación.

Por suerte, este texto se desarrolla con el criterio suficiente para estar muy cómodo y conectado con la historia y sus personajes hasta el final de la obra, algo que en mi opinión es un acierto total por parte de su autor. Os afirmo que esta obra contiene pasajes duros pero muy necesarios para enfrentarnos con una realidad que se encuentra a la vuelta de la esquina y que por mucho que intentemos ignorarla, no va a desaparecer sin más.

Si esto fuera poco, todas la interpretaciones son muy correctas, destacando el trabajo realizado por Jorge Cabrera, que interpreta a este antiguo terrorista de una forma magistral y muy creíble.

Sumergirte dentro de esta representación es enfrentarte de una forma cruda y sincera a los defectos y las virtudes del ser humano, es caminar junto a la esperanza y soñar conque otro mundo es posible. Y quien mejor sino para despertarnos del letargo y conseguir que miremos cara a cara a el odio y la ignorancia, que las propias victimas y sus verdugos.

La Sala Intemperie, ubicada en la Calle Velarde y que se encuentra dentro del popular barrio de Malasaña, sigue acertando con su programación, regalándonos una nutrida e interesante selección de obras originales y en conexión con la sociedad actual. Me encanta acércame a este gran espacio cultural donde uno siempre puede sorprenderse con cada uno de sus espectáculos.

Enhorabuena a todo el reparto, la dirección y la dramaturgia, por esta obra tan sincera y auténtica.