La mariposa del caos creador, o cómo ordenarlo con poesía

Título: La mariposa del caos creador

Autor: Juan Carlos Ortega

Género: Poesía

Editorial: Cuadernos del laberinto

Nº de páginas: 146

Sinopsis:

La poesía de Juan Carlos Ortega es una terapia emocional, es un baile rítmico con el cosmos interior y una puerta de escape hacia la esperanza de sentirnos portadores de la luz inmensa de la creación.

Poesía vital y comprometida con el transfondo más natural y sensible del hombre, "La mariposa del caos creador" es un recorrido por la idiosincrasia de la familia como espejo en el que nos encontramos, pero también como reflejo de los otros.

Temas como el amor, el pasado anudado al futuro, o la cotidianidad de nuestro devenir conforman un poemario franco y emotivo que encamina al lector hacia la parte más positiva de nosotros mismos.

Opinión personal de Cristina de la Torre:

Me cuesta muchísimo hacer una reseña sobre un libro de poesía. No porque no sepa sobre el tema, llevo muchísimos años leyendo, estudiando y analizando poesía, pero a menudo es un trabajo tan personal y subjetivo, que hasta me sabe mal.

No os mentiré, La mariposa del caos creador me llamó muchísimo la atención por su sinopsis, pero sobre todo por su título, que me parece muy acertado, y su portada, que me fascina. Sin embargo, lo que encontré entre sus páginas me dejó bastante más fría de lo esperado.

No es mala poesía, no se me entienda mal. Se nota que el autor, Juan Carlos Ortega, ama la poesía, la conoce y la disfruta; y esto fue lo que más me gustó de la obra. Pero, a mi parecer, no cumple lo que promete, o no lo consiguió conmigo al menos.

Ya digo que la poesía puede ser algo muy subjetivo. Quizá nos llega más o menos según el momento en que nos alcance o lo que esperemos de ella. Yo esperaba un poemario lleno de positividad y fuerza, y encontré prácticamente lo contrario.

En esta obra encontramos mucho de su autor, es como si prácticamente fuese una obra escrita para sí mismo a modo de reflexiones y pensamientos que se anudan en su cabeza y debe escribirlos para desatarlos y ponerles algún orden (el caos creador). Esto me gustó, porque es muy personal y creo que la poesía debería ser así siempre.

¿Qué fue entonces lo que no me llegó a convencer de este libro? Pues quizá que esperaba esa fuerza y positivismo que prometía su sinopsis, una ráfaga de aire fresco que animase un poco al lector en un mundo de lo más caótico. ¿Qué encontré? Encontré un poemario en el que nos van contando y describiendo una vida de sufrimientos, arrepentimientos y desazón. Encontramos amor, sí, pero de una forma muy sufrida. Que sí, que el amor no es perfecto ni son todo caminos de arco iris y mariposas, pero lo que encontramos en este poemario es la añoranza de la soledad y un hastío por muchos seres queridos. O al menos, eso percibí yo. Ojo, no digo que esto sea malo, es solo que no era lo que esperaba encontrar, y por eso me dejó fría.

Creo que los poemas que más disfruté son los que habla de su hijo, que son quizá los más positivos y llenos de amor; y los que tratan sobre la propia creación de la poesía (metapoesía), en los que no hay que ser muy avispado para notar la gran pasión del autor por las letras y la poesía como ente vivo. Esta quizá fue mi parte favorita de todo el libro, porque sí encontré ese amor y positivismo que prometía. Lamentablemente, es sólo una pequeña parte de la obra.

Como conclusión quisiera recalcar que el estilo del autor me ha gustado. Tiene una poesía natural y que se puede disfrutar fácilmente, así que no me importaría leer más de él, ya que probablemente tenga poemas que disfrute muchísimo. La obra como tal, quizá no me haya gustado mucho pero porque esperaba algo diferente.

Lo mejor: la naturalidad y el amor que transmite hacia su hijo y la propia poesía y la portada, que me encanta.

Lo peor: toda la primera parte, que me pareció asfixiante y casi deprimente.