Título: Aquellos maravillosos kioscos
Autor: Juan Pedro Ferrer Pujol y Miguel Fernández Martínez
ISBN: 978-84-414-3694-7
Referencia: 106081
Colección: Psicología, autoayuda y salud. Biblioteca del recuerdo
Autor: Juan Pedro Ferrer Pujol y Miguel Fernández Martínez
ISBN: 978-84-414-3694-7
Referencia: 106081
Colección: Psicología, autoayuda y salud. Biblioteca del recuerdo
Sinopsis:
Volver a la infancia... ¿A quién no le gustaría, aunque fuera por un instante, ser otra vez el niño o la niña que fuimos? Tener de nuevo nuestros juguetes, correr por la calle tras un balón con el bocata en la mano y la camisa por fuera, lleno de chorretes y de costras en las rodillas. En definitiva, viajar en el tiempo y ver cómo era nuestro mundo entonces, cuando éramos inocentes y absorbíamos ávidamente la vida, que era aquello que pasaba a nuestro alrededor mientras estábamos ocupados en completar la colección de cromos de turno.
Ven, entra en nuestra máquina del tiempo de papel y vuelve a sentirte como entonces. Échale un vistazo a aquellos juguetes con los que tanto disfrutaste, únete a la pandilla para vivir unas cuantas aventuras de descampados, cole y kioscos y contempla aquellos viejos anuncios que te hacían pegarte a la pantalla embelesado confeccionando tu lista de los Reyes Magos. Mira cómo era la vida cotidiana cuando éramos pequeños...
Te aseguramos que vas desempolvar un montón de recuerdos dormidos. ¿Preparado? Bájate a jugar a la calle con nosotros y pídele de paso a tu madre unas cuantas monedas para el kiosco, unas chuches no nos irían mal. ¡Ah!... y ¡no te olvides de la merienda!
Opinión personal:
Hoy os traigo mi opinión sobre un libro que me parece perfecto para esta época del año, pues te va a llenar de nostalgia por aquellos veranos en los que tu única preocupación era hacerte un bocadillo de chocolate e irte al descampado de tu barrio a jugar a lo que fuera: churro media manga, cromos, canicas o por qué no, una guerra de pedradas (en las que yo siempre llegaba a casa hecha un cristo).
Pero también era época de jugar a otras cosas. Que sí, que teníamos la Nintendo, pero no había móviles, ni Internet ni tablets, por lo que pasábamos muchas horas vistiendo las muñecas recortables, leyendo tebeos y forrando carpetas con fotos de la Super Pop. Las tiendas de chuches no estaban tan modernizadas como las de ahora, por lo que acudíamos al kiosco con las cien pesetas (si había suerte) y disfrutábamos comprando conguitos, chupa chups que silbaban o bolitas de anís. Sí, como el ratón de Susanita.
Lo de las comuniones ya es otro tema, ¡por los dioses, cuánta pomposidad! Que sí mi tía el reloj, la otra la pulserita, el libro de las firmas.... ¡pero si yo solo quería regalos guays! ¿Para qué leches quiero un reloj marrón más feo que un cojón de gallo?
Pero lo peor no era eso, sino la maldita muñeca con la vela en la mano. Lo que me lleva a contaros una anécdota...
Resulta que mi madre se empeñó en comprarme una, con sus pilas, su vestido hortera, su diadema de flores mustias... y encima, le dabas a un botoncito y con una vocecilla dulce que apenas le salia del culo, te decía: "Padre Dios, Padre Dios, lléname mi corazón". Vamos a ver, bonita... NO. Bueno, el caso es que mi madre me "obligaba" a enseñarla a toooooodas las visitas y, un día, vino mi prima Laura y fui corriendo para ahorrarme la zapatilla voladora de mi señora madre. Le doy al botón y la puta muñeca, con voz de ultratumba empezó: "Paaaaaadreeeee Diooooooos". Sobra decir que de una patada cayó por las escaleras. Mi padre, muerto de risa, intentó decirme que le estaban fallando las pilas, pero me empeñé y acabó en el contenedor. Adiós, bonita poseída, adiós.
Lo dicho, un libro para nostálgicos, para ochenteros, para niños de descampados que darían lo que fuese por volver a aquellos kioscos donde la máxima preocupación era que no te colaran.
Un libro curioso para rememorar aquellos tiempos. Un beso
ResponderEliminarohhh yo quiero cuchuchear este libro!! y si es en familia mejor y mejor que con varias generaciones juntas seguro que todos tenemos una visión diferente de las cosas!
ResponderEliminarHola! No conocía el libro y no es mi estilo de lectura aunque se ve muy chulo!
ResponderEliminarUn saludo!
¡Hola!
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJA yo tengo una muñeca así y no duermo por las noches, con el mal rollo que me dan a mí esas cosas... hiciste bien tirándola por las escaleras de una patada ajaj
¡besos!
Hola
ResponderEliminarQué recuerdos y qué bonitos. Si ya cada vez hay menos kioscos...
Besos
¡Hola!
ResponderEliminarAy... no conocía este libro pero yo, que tengo 23 años, pero sí que he vivido algunas de las cosas que se mencionan en el libro, como por ejemplo las canicas, las muñecas recortables, ¡la SuperPop! JAJAJA ¿Y la típica muñeca de comunión? La mía tenía un CD a la espalda que "cantaba" canciones muy creepys xDD
Venga, me llevo apuntado este libro para futuras lecturas, que seguro que me lo paso genial y lo disfruto mucho ^^
Gracias por la reseña. ¡Besos!
Ohhh qué cosa más bonita... Me encantaría echarle un ojo. Besos
ResponderEliminarMe encanta!!!!! Viva la sana nostalgia!!!
ResponderEliminarBesotes 💋💋💋
Ay, que libro más bonito y curioso
ResponderEliminarUn beso^^
Que Chulo este libro. Me encanta.
ResponderEliminarQue recopilación mas bonita. Besos
ResponderEliminarHola! Que bonito, me ha gustado mucho verlo. No descarto hacerme con el.
ResponderEliminarBesos!
hola! nunca he leído un libro de este estilo y seguro que me hace rememorar grandes recuerdos de mi infancia. qué bonita época cuando no teníamos ni móviles, ni tablets ni internet XD Lo pasábams genial ^^
ResponderEliminarbesos
Los libros de épocas pasadas que hemos vivido me gustan mucho, así que me lo apunto :)
ResponderEliminarBesos!
No me sonaba de nada este libro, así que gracias por presentarlo. Besos
ResponderEliminarUn libro curioso, y lo de la anécdota es muy buena. Yo no tuve esa muñeca con velita.
ResponderEliminarUn besito :D
Que chulo este libro y cuántos recuerdos
ResponderEliminarBesos
¡Hola! La verdad es que suena ideal para los momentos nostálgicos ^^
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Jajajajajajja, muy buen recuerdo de la muñeca!! Ainss lo que me he reído de la muñeca poseída. Jajajajja. La verdad es que esas muñecas daban miedo, y tuve la suerte de caer en una familia donde mi madre era religiosa y mi padre agnóstico. Así que a mí me dieron la libertad de elegir lo que quería y aunque estoy bautizada, no tengo hecha la comunión. Y no, no me casé por la iglesia.
ResponderEliminarEl libro tiene muy buena pinta, de esos que saca a flote cada uno de los recuerdos guardados con candados. A ver si lo encuentro.
Besos
A mi me encantaba que salias al parque y tu madre te pegaba el grito en plan: A cenaaaaaar y se enteraba todo el barrio, a veces tenias que identificar si era o no tu madre. o cuando salias e ibas a por alguna bolsita de chuches de camino a casa, los cromos, las revistas y el forrar la agenda y la carpeta o intercambiar recortables xD anda que no lo pasabamos bien. Eso si, no tuve la muñeca poseida xD
ResponderEliminarUn libro muy bonito y que parece ser está lleno de las cosas que llenaron mi infancia. Tengo que hacerme con él.
ResponderEliminarBesos. ;D
Me encantaría leerlo. Conozco a dos o tres a los que se les haría la boca agua con este libro.
ResponderEliminarUn beso ;)