Situado a los pies del monte Fuji, en Japón, el
bosque de Aokigahara es conocido por
ser el lugar elegido por muchos suicidas, en parte por culpa del escritor Wataru Tsurumi que en su novela El
completo manual del suicida recomienda este sitio afirmando ser
perfecto para quitarse la vida.
Llamado también el Mar
de Árboles debido a su gran espesura, es un espacio natural laberíntico del
cual muchas personas no han regresado jamás. Incluso algunos excursionistas usan
cinta adhesiva o cuerdas para evitar perderse entre su densa vegetación.
El gobierno local ha declarado que desde 1950 han encontrado
alrededor de 500 restos humanos, convirtiéndolo en el segundo lugar con más
suicidios del mundo, después del Golden
Gate de San Francisco (USA).
Desde 1988 la tasa de suicidios se ha disparado llegando a
encontrarse en el año 2003 la
desmesurada cifra de 100 cuerpos, haciendo que el gobierno no vuelva a dar a
conocer el número de cadáveres que se encuentran desde entonces.
Aokigahara es
tranquilo y enorme, por lo que permite esconderse y meditar, y se cree que es
una de las razones por las que los suicidas deciden visitarlo antes de acabar
con sus vidas.
A lo largo del bosque se pueden ver diversos carteles
intentando disuadir a las personas que se adentran allí en busca de la muerte.
En ellos se pueden leer mensajes de ánimo y reflexión, haciéndoles ver que
existen alternativas y que piensen en sus seres queridos antes de tomar alguna
decisión precipitada.
Incluso hay voluntarios que visitan el lugar a diario para
tratar de cambiarles de idea y darles algo de apoyo.
Según cuenta los supersticiosos, Aokigahara está lleno de yuurei, fantasmas del folclore japonés
de personas que fallecieron a edad prematura, y que atormentan a los vivos haciendo
incluso que se pierdan por el espeso bosque.
Una de las razones por las que se tiene esa creencia se debe
a que en el siglo XIX Japón estaba
azotado por la hambruna y las epidemias y muchas de las familias más pobres abandonaban
a los niños y ancianos allí para que murieran.
También se dice que, por culpa de los yacimientos de hierro
magnético, las brújulas y los GPS no funcionan por lo que es muy fácil
perderse.
Para evitar eso, el gobierno local ha colocado unos carteles
para delimitar los senderos seguros, y se recomienda visitarlo siempre con guía,
tanto por el peligro de no encontrar el camino de vuelta como por el de ver alguno
de los cadáveres que descansan en la gran arboleda.
Aokigahara, el Mar de Árboles, o como se conoce
popularmente, el Bosque del suicida,
es un emplazamiento turístico muy popular en Japón, y si se toman las medidas pertinentes, resulta una visita casi
obligada para los amantes del misterio.
Fuentes:
Entradas
Hola guapa!
ResponderEliminarFantástica entrada me ha gustado mucho conocer su historia, la verdad que yo no iría ni de visita turística, que miedito me da. Besotes
Hola! Pues no conocía esta historia pero la verdad es que me ha parecido muy interesante aunque me dé mal rollito, jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Vaya lugar mas tétrico, creo que si voy de visita a Japón lo obviaré. Besos
ResponderEliminarCuando por fin visite el país del sol naciente, no dejaré de ir a este bosque. Cada vez que leo algo de él me entran más ganas.
ResponderEliminarConocía la leyenda de este bosque gracias a una película que se llama exactamente igual. Y por cierto, era un poco malilla xD
ResponderEliminarYo no creo que me atreviera a visitar este bosque. Soy muy supersticiosa con estas cosas.
Besos!
Pues yo no tenia ni idea de este bosque , la entrada me ha encantado!!!
ResponderEliminarA mi me pasa como a Holden, cuanto más oigo sobre este bosque más curiosidad tengo por visitarlo.
ResponderEliminarHola! No se yo si voy a visitar alguna vez ese bosque... jajajaja! Gracias por la entrada.
ResponderEliminarUn saludo!
Me encanta esta sección. Hay un libro y una peli sobre este bosque.
ResponderEliminarPues a mí me encantaría visitarlo. La peli, aunque no me han hablado precisamente bien de ella, me apetece verla.
ResponderEliminarUn beso ;)
Hola!
ResponderEliminarYO soy muy de este tipo de visitas, así que estoy segura de que iría a verlo jajaja
¡Un beso!