Sinopsis:
Amantes volátiles es una recopilación de 24 cuentos de amor etílico, un tipo de amor que lo mismo te hace volar que se evapora de forma impredecible. El amor etílico deja siempre una resaca emocional que hace jurar al amante menos volátil de los dos que nunca, nunca jamás, volverá a… enamorarse.
Opinión personal:
Este libro ha caído en mis manos como caen muchas cosas: por pura casualidad. Además, su breve extensión me ha hecho empezar a leerlo en seguida, pues 24 cuentos cortos sobre (des)amor se leen en menos de lo que dura uno de esos suspiros que nos provocan. "Amantes volátiles" nos cuenta todas esas noches que, regados por alcohol, nos transportamos a esos no-momentos que pasamos con esa no-persona que nunca nos quiso.
"Y tú, que no sé si estarás cogiéndole la mano a otra, me has perdido porque eres idiota"
Me encanta la ironía de su autora, Mar Pastor, y como consigue darle la vuelta a la tortilla, estrellar los huevos... y que nos haga gracia ese desastre. También tiene claro, como yo, que todo cuento tiene su final. Pero, ¿qué pasa cuando nos comemos las perdices? Que se nos atragantan tarde o temprano y tenemos que vomitarlas, exactamente igual que el exceso de vino, al principio tan dulce. También nos hace ver lo egoísta del amor, porque cuando duele, no nos importa ningún otro dolor, ni propio ni ajeno, porque lo único que deseamos es poder sobrevivir y respirar sin que ese maldito agujero en el pecho nos abrase.
Otro punto a favor es Valencia. Sí, mi ciudad de acogida es el marco donde los cuentos etílicos se suceden, por lo que me han llevado a lugares que conozco, por los que paso a diario y en los que también me han ocurrido maravillosos desastres.
Como algo negativo diré que es tan corto que no te da tiempo a digerirlo, pero aún así recomiendo que le echéis un vistazo, sobre todo si estáis destrozados. ¿Por qué? Pues porque, aunque quede mal decirlo, el dolor es menos cuando no es el tuyo.
MI PUNTUACIÓN: 6,5/10 SOMBRAS
Los relatos cortos no son lo mío pero la verdad es que me ha picado la curiosidad. Y yo, aunque no soy de Valencia también tengo familia allí y conozco algunos sitios. ¡No lo descarto!
ResponderEliminarSaludos :)
Los relatos no van conmigo, lo dejo pasar...
ResponderEliminarMe encantan los relatos, así que ¡Anotado!
ResponderEliminarUn beso
Yolanda ❤❤❤
Los relatos no me gustan nada porque siempre me dejan con ganas de más. Besos
ResponderEliminarHola! La verdad es que no soy nada de cuentos aunque no tiene mala pinta. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Hola, no lo conocía pero no me llama mucho por lo de ser tan corto.
ResponderEliminarUn beso
Pues la voy a leer! Me ha gustado y me has enganchado. La voy a poner en mi lista de deseos de amazon ;)
ResponderEliminarParece un libro muy interesante, un beso^^
ResponderEliminarNo me llama pero gracias por la reseña :P
ResponderEliminarUn abrazo ^^
Hola, me gustan los relatos, no lo descarto.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarPues no lo conocía y me encanta este tipo de libros, a parte se ven como unos cuentos algo diferentes, así que me lo apunto.
Besos!
Hola Tamara!!!
ResponderEliminarParece interesante sobre todo por la visión que da, pero no sé si me animaré con él :/
Nos leemos, besos ^^
Arrrgghhhh!!!! Otro libro de relatos....
ResponderEliminarPero que el (des)amor sea el tema principal es quizás lo que no me convence... Ay!! No sé... Faré un pensament...
Pues no tiene mala pinta
ResponderEliminarNo me llevo nada bien con los relatos. No consigo conectar casi nunca. Un beso ;)
ResponderEliminarEn esta ocasión no creo que sea un libro para mí...
ResponderEliminarBesos =)
Felicidades por la reseña, es perfecta y está magníficamente escrita. La reseña perfecta para un libro perfecto. Lo he leído y es para quitarse el sombrero. Da igual que no te atraiga el tema (como era mi caso), da igual que no te gusten los relatos. Mar Pastor es una maestra de las palabras, hace con ellas lo que quiere. Aúna poesía, reflexión, ingenio y humor. Este libro vicia tanto como una caja de bombones... Y, cuando algo está tan maravillosamente escrito, nada más importa. Un diez para mí.
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