Los chicos del calendario: Febrero, Marzo, Abril

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Autora: Candela Ríos

Editorial: Titania

Fecha de publicación: 03/10/2016

Saga: 2/5

Páginas: 384

Precio: 15,00 €

Sinopsis:

Soy Candela Ríos, una chica normal con una vida corriente… O al menos lo era hasta que mi novio, ahora ex, me dejó por Instagram. ¡Por Instagram! Por si eso fuera poco, Abril, mi mejor amiga, me grabó sin que me diera cuenta y colgó el vídeo en Youtube.

Así nacieron “Los chicos del calendario” y así empezó el año más excitante de mi vida. Se supone que tengo que recorrer España y buscar un chico que valga la pena. La revista para la que antes trabajaba como redactora del montón ha organizado un concurso y el país entero me está ayudando a buscar al chico del calendario. No sé si lo encontraré, pero me estoy encontrando a mí misma y por primera vez en mucho tiempo estoy viviendo de verdad.

El chico de enero fue Salvador Barver y con él vi las estrellas y el mar como no los había visto nunca. ¿He cambiado de opinión sobre los hombres? No. ¿He ido en moto hasta acantilados, he besado a un chico que ha puesto mi mundo del revés, he descubierto todo lo que puede hacerse en un ascensor y que la pasión a lo bestia existe? Sí, pero eso no es lo más importante. Salvador se ha ido, o eso dice, y yo sigo adelante.

Voy a conocer a Jorge, Víctor y Bernal y no sé qué puedo llegar a vivir con ellos.

Enero fue intenso, no sé qué voy a descubrir en febrero, marzo y abril pero estoy impaciente por empezar. ¿Me acompañas?

12 meses, 12 chicos. ¿Cuántas veces serás capaz de enamorarte?

Opinión personal:

(Puede contener spoilers)

Cuando leí el anterior libro me llevé una grata sorpresa, pues pensaba que sería de corte más erótico y estaba saturada de ese género. Pero no, me encantó de principio a fin, tanto la original idea de Los chicos del calendario, como Candela, como su relación con Salvador, su jefe y el chico de Enero. En esta segunda entrega, Candela se prepara para conocer a los chicos de Febrero, Marzo y Abril, y yo vengo a hablaros un poquito de cada uno de ellos.

Febrero. En el mes más corto del año, Candela se va hasta Granada para conocer a Jorge Agreste, un ex futbolista famoso que, tras una grave lesión, se dedica a entrenar a los chicos aficionados. Jorge y Candela tienen una amistad a primera vista, y sí, existen, porque yo tuve una con la que hoy en día es mi hermana. El chico de este mes me ha caído simpático, pero sin duda, me quedo con el personaje de María. Esta chica es estupenda y le ha dado mucha chispa al segundo mes del calendario. Y, bueno, también tiene la chispa de Granada, una maravillosa ciudad que tuve la suerte de visitar hace unos años y a la que me encantaría volver.

Marzo. ¡Víctor, oh, Víctor! Me he enamorado de este chico, sin duda mi preferido de estos primeros cuatro meses. Ese Sheldon Cooper de las montañas se ha ganado mi corazón y todas las bragas que tengo y las que me faltan por comprar también. Y bueno, el rollito entre él y Eva también ha hecho que se gane todo mi cariño. ¡Manda ya a la mierda al puto Enero y tírate a Marzo hasta dejarlo seco! Y bueno, la ambientación en La Rioja, en esa casa rodeada de viñas (con lo que me gusta a mí el vino) también ha sido una delicia. Por otro lado, la hermana de Víctor, Tori, le ha dado el punto guay a esta historia.

Abril. Me ha resultado este mes el más indiferente. Esta vez nos traslada a La Coruña, a un bonito pueblo sacado de una postal. Eso me ha gustado, me encantaría pasar unos días allí. Pero Bernal no me ha gustado, o bueno, sería más sincero decir que es el que menos lo ha hecho. El chico es un guaperas que se tira a todo chico o chica que se mueva, pero Candela pronto se da cuenta de la verdadera razón, que no es otra que Manuela. Esta chica, Manuela Loureiro (que no sé si es algún tipo de guiño de la autora hacia el escritor Manuel Loureiro), es amable y cariñosa con Cande, pero con Bernal se tira los trastos a la cabeza. Bueno, ya os podéis imaginar el porqué.

``Se quita la cazadora y me complica la vida´´

Si algo han tenido en común todos los meses, ha sido a Salvador dando por culo. Sí, así tal cual. Si no quieres decirle a Cande que estás enamorado de ella, o no quieres contarle (y de paso nos enteramos las lectoras también) qué cojones te pasa, pues no la marees. No la llames. No le escribas. No la beses. No te la folles. Por eso le estoy cogiendo manía a este chico que tanto me gustó en el libro anterior. Así de simple.

El libro se lee rápido, es adictivo y diferente. Y lo más importante: Todas somos Candela. Todas nos equivocamos, tenemos miedo de decir las cosas y cuando lo hacemos, también la cagamos. Es un personaje con el que fácilmente puedes sentirte identificada. Además, como dije en el anterior, es original y novedoso, y eso es un soplo de aire fresco hoy en día, porque entre tantas publicaciones, es muy difícil innovar.

Gracias a Titania por el envío del ejemplar

MI PUNTUACIÓN: 8/10 SOMBRAS