Entrevista a Jaime Galán, cantante gaditano dispuesto a coger carrera

Se inicia en la música en 2007. Empieza animando bares y salas de la provincia de Cádiz, donde interpreta versiones de grupos y artistas conocidos como Los Aslándticos, Canteca de Macao o Los Delinqüentes, siempre  junto a su amigo y compañero Carlos Lobo (actual vocalista de la banda Lasmala) en un conjunto llamado “Kalandraka”. Es aquí donde de verdad aprende animación o, como él mismo dice, “a tocar con y para el público”. 

Posteriormente, en 2011 comienza a componer e interpretar sus propios temas en solitario con su inseparable guitarra. En esta época viaja a Italia donde graba el tema “Vero amore” en colaboración con el grupo de rap italiano Rime Sature. Es en este año también cuando graba su primera maqueta “Con la fuerza de un cañón” compuesta por cuatro de sus canciones. 

En todo este tiempo, Jaime ha tocado con artistas como Javier Vargas (La Dstyleria), Ñete Lorente o Javi Osorio, entre otros, por toda Andalucía y Extremadura. 

En agosto de 2013 participa en la segunda edición del festival de Campano, compartiendo cartel con artistas como El Kanka, Rozalén o Albertucho, experiencia que enriquece aún más su forma de interpretar las canciones.  

En agosto de 2014 fue seleccionado en un concurso, entre los tres primeros, para volver a asistir participando en este festival. Es en esta fecha cuando presentó su segunda maqueta “Sentido a este Big Bang”, compuesta por 10 de sus canciones propias. 

En 2015 se convierte, junto a La Galán Band,  en el vencedor del concurso “Dinamomusic” organizado por el ayuntamiento de Córdoba, en la modalidad de canción de autor. Esto le concede la oportunidad de volver a participar en el concurso, esta vez, como miembro del jurado en la categoría de “Canción de autor” un año más tarde. 

En la actualidad, se encuentra inmerso en su proyecto más ambicioso, 

“Coger carrera”. Se trata de un álbum con una calidad de sonido profesional. Estará compuesto por 12 temas, 11 de ellos inéditos. Además, este disco ha sido financiado a través de una campaña de crowdfunding. Sus seguidores participaron en esta campaña aportando la cantidad necesaria para comprar el disco junto a diversas recompensas (chapas inéditas, pulseras, dos de sus primeras guitarras, etc.) antes de que este estuviera grabado. 

¡Hola guapo! Lo primero de todo, darte la bienvenida a mi web. Cuéntame cómo es un día normal en tu vida.

Todo un placer para mí, agradecerte la oportunidad de formar parte de este trabajo tan bueno que haces. Un día normal, hoy por hoy, comienza con un repaso a las redes sociales, darle vueltas a lo que puedo contar yo y programarme un poco. Luego un pucherito para almorzar como Dios manda y, en estos momentos, estar todo lo pendiente que puedo de las recompensas que estoy preparando para los que han aportado algo para que pueda grabar mi primer albúm, después de un par de maquetas. Visitas al estudio y contacto continuo con Fran Mariscal, el productor que está a los mandos del trabajo que me tiene ocupado. Todo gira en torno a la música aunque no lo pretenda.

Estás grabando tu primer disco gracias a una campaña de Crowfunding gracias a la cual recaudaste 3.175 euros. ¿Qué se siente al ver que la gente confía en ti de esa manera?

Profesionalmente, es lo más grande que me ha pasado en la vida. Necesito ese disco porque es una carta de presentación para que otras puertas se me abran, para apuntar más alto. Para hacer rodar un sueño que no es otro que hacer canciones y tocarlas por toda España necesito financiación. En una página web (Verkami) se me da la opción de plantear a mi público que pague por ese disco antes de que esté grabado. Planificas la campaña y empiezas a compartir en redes sociales. Mira, darte cuenta de que tanto esfuerzo y trabajo, tantos bares y salas pequeñas visitadas, persona a persona que se me fue subiendo al carro, han servido para algo es lo más gratificante que jamás pude imaginar. Te das cuenta de que con muchas ganas y constancia todo llega. Lo que me parece más alucinante de todo, es el hecho de que tanta buena gente abrace y cuide mi sueño como si fuera el suyo, porque creen en mi de verdad y en la ilusión que tengo por sacar adelante este proyecto musical. Eso es lo mejor.

Tu música es la mezcla de varios estilos cogidos de aquí y de allá, pero con ese toque de tu tierra que todos lleváis por bandera. ¿Qué tiene Cádiz que la hace tan especial?

En Cádiz hay de todo, como en todos los sitios, pero es cierto que esta provincia canta por sí sola. Cádiz y El Puerto de Santa María (donde me crié) comparten muchas cosas buenas y malas, pero el que viene de esta tierra sabe quedarse con lo bueno y, además, le pone música y eso es algo que en este lugar aprendes aunque no quieras. Luego esta esa naturalidad que nos caracteriza a la mayoría, decirte lo que sea sin pelos en la lengua y con arte. Sobre todo, ese orgullo de ser portuense, gaditano y andaluz es lo que nos une y lo que nos hace especiales.

Pretendes que tus letras no solo que se peguen al cuerpo, sino a la conciencia. ¿Crees que la música puede mover el mundo? 

Estudié la licenciatura de Pedagogía y procuro no hacer canciones vacías, que también existen. La música como cualquier forma de arte puede cambiar el mundo. Estoy seguro de que es así, siempre lo fue, la música siempre ha tenido ese factor pedagógico del que yo muchas veces hablo. No es lo mismo que una niña escuche cualquier reggaetón donde se cosifique a la mujer, a que escuche una canción donde se la arme de fuerza y entereza para saber el sitio que debe ocupar en la sociedad actual. Con la segunda canción es mucho más fácil que la niña aprenda a darse valor y a no dejarse utilizar por nadie. Otra cosa es que el mercado musical actual permita o no que esas canciones que son importantes de verdad lleguen al público mayoritario. Para eso estamos los que vamos de bar en bar cantando como juglares.

En el año 2015 fuiste ganador del concurso `Dinamomusic`, al que luego asististes como jurado. ¿Qué recuerdos guardas de esta experiencia? 

Para mí fue el culmen de una etapa. Llegué a Córdoba, lugar donde se viene organizando el certamen y donde viví durante dos años, estando bastante bajo de moral por cosas de la vida. Presentarme a este concurso y vencer significó para mí un empujón de energía positiva enorme para seguir avanzando en este camino que escogí. Digamos que fue uno de mis pequeños grandes objetivos cumplidos, me sirvió para sentir que de verdad valgo para tocar y cantar.

Además de cantar en solitario, también lo haces en `La Galán Band`. ¿Con qué cosas te quedarías de cada uno? 

Son dos maneras distintas de vivir el directo. En solitario consigo crear un ambiente más íntimo y profundo donde destapo todo lo que soy ante el público, desgarrándome y emocionándome por igual. Con La Galán Band además de eso voy a echar un buen rato con amigos haciendo más grandes y envolventes cada una de las canciones.

¿Qué podremos encontrar dentro de tu disco? ¡Véndemelo un poquito! 

Doce canciones que escribí tras esa mala etapa que pasé antes de irme a Córdoba. “Coger carrera” es un disco que habla de mí y de otras historias que me encontré, del paso de un estado a otro, de las herramientas para disfrutar la vida que tenemos, sin perder ese espíritu reivindicativo que aprecio y valoro de hacer canciones. Encontrarás un Jaime Galán que deja atrás las maquetas y decide apuntar muy alto en este mundillo.

Te dan la oportunidad de traer a un artista de entre los muertos para un último concierto. ¿Quién sería el elegido? 

El otro día estuve escuchando de nuevo a Carlos Cano y me encantaría disfrutar en vivo de aquellas habaneras de Cádiz, pero en un formato acústico a ser posible para cantar con él, jeje.

Imagina conmigo. Alguien poderoso y malvado va a destruir la música para siempre, pero te da una última esperanza: puedes rescatar tres canciones para que sobrevivan a la quema. ¿Cuáles serían? 

Qué mala persona es ¿no? Salvaría “Three little birds” de Bob Marley, “Todo se transforma” de Jorge Drexler y “Aquellos duros antiguos” del coro de carnaval Los Anticuarios, este último por hablar de Cádiz.

Por último, darte mil veces las gracias y pedirte que me respondas a aquello que no te he preguntado. 

Gracias a ti. Ya te he respondido creo. Puchero, siempre.