El pequeño fantasma, o cómo perderse en el otro mundo

Idioma original: Alemán

Idioma de publicación: Castellano

Nº de páginas: 120

ISBN: 978-84-17108-73-1

Año: 2019

Precio: 14,90 €

Sinopsis:

Un clásico recuperado que encantará a niños y "jóvenes” que lo leyeron en los 70.

Todas las noches a las doce en punto el pequeño fantasma se despierta. Feliz y contento, ronda por las antiguas murallas del castillo de Piedramochuelo y va a visitar a su gran amigo, el búho Úho. ¡Qué bonito sería poder ver el mundo durante el día, aunque solo fuera una vez!, le dice con entusiasmo siempre que está con él. Pero cuando ese deseo de pronto se hace realidad, comienza una emocionante aventura... ¡y no solo para el pequeño fantasma!

Opinión personal de Tamara López:

Cuando vi este libro en las novedades de la editorial supe que tenía que leerlo. Es un clásico de los 70 que ellos han recuperado y, aunque no lo he leído, me parece una iniciativa tan bonita y necesaria, que quise hacerlo de inmediata. Además, ¡está ilustrado!

Un pequeño fantasma vive en el castillo de Piedramochuelo, y todas las noches, a las doce en punto de la noche, se despierta y sale de su baúl. Ronda por el castillo pero, sobre todo, pasa las horas hablando con su amigo, el búho Úho. Nuestro pequeño amigo desea con todas sus fuerzas ver la luz del sol, vivir en Piedramochuelo, aunque sea por un momento, a la luz del día. Pero es lo que pasa con los deseos que, a veces, se hacen realidad... Y nuestro fantasma se convierte en un fantasma diurno, viviendo en sus propias transparencias cómo asusta a la gente, sin querer, y cómo quieren darle caza.

Ahora, el pequeñín solo desea volver a ver la luna y a su amigo, el búho Úho, y para ello tendrá una ayuda inesperada.

La verdad es que me ha parecido una historia muy bonita, amena y entretenida. Y, lo más importantes, tiene valores que, a día de hoy, mucha gente no, como el de aprender a no juzgar por las apariencias, a no perseguir a los demás solo porque sean diferentes, o a ayudar, en la medida de nuestras posibilidades, a quien pueda necesitarlo.

Las ilustraciones me han encantado también, son en blanco y negro, perfectas para la historia a la que ponen "cara". Definitivamente, me parece todo un acierto haber recuperado esta historia porque, al igual que el pequeño fantasma, debe salir de su baúl y mostrarse a los demás. En este caso, a los lectores que pueden disfrutarla, que estoy segura de que seréis muchos.

Lo mejor: la inocencia del fantasma. Las ilustraciones. Sus valores.

Lo peor: echo de meno algo de profundidad en la historia.